Sobre la huella ecológica, el nuevo gobierno y la sentencia de los ERE

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La cortesía parlamentaria y los pactos sociales no escritos, obligan a dar un tiempo prudencial a los Gobiernos para que se les puedan exigir cuentas. En este caso, los 100 días, o tres meses en los que se supone el nuevo ejecutivo debe aterrizar y empezar a poner en marcha, las actuaciones y los planes previstos para abordar la legislatura. ¿Cuál será la huella ecológica del nuevo Gobierno andaluz?

La huella ecológica o medioambiental mide el impacto de las actividades humanas sobre la naturaleza y el Planeta. Es la superficie ecológicamente productiva necesaria para generar los recursos que consume un individuo y para absorber los residuos que genera. La huella ecológica tiene en cuenta el estilo de vida. La amenaza del Cambio Climático nos obliga a la Emergencia climática y en consecuencia a tratar de mitigar y adaptarnos a las situaciones extremas que ya estamos sufriendo, como las olas de calor y los incendios forestales devastadores de junio y julio, en España, en Portugal, y en otros países europeos; huracanes y tifones destructivos, danas, o gotas frías que causan destrucción, etc, etc.

La Humanidad está consumiendo una cantidad de recursos naturales equivalente a 1,7 Planetas. De seguir esta tendencia, en 2050, necesitaríamos 2,5 Planetas para abastecer a la demanda de la población mundial estimada para entonces en cerca de 10.000 millones de personas. En julio de 2022 ya hemos sobrepasado los 8.000 millones de personas. España ocupa el lugar 22 en el ranking mundial de la Huella Ecológica. España necesitaría casi 3 países como el nuestro, por el impacto de nuestra huella ecológica. Los países o regiones con más huella ecológica son : China, EEUU, Europa. Para reducir la huella ecológica, debemos de cambiar y reducir nuestros hábitos de vida, tanto en la alimentación, como en el transporte y en el consumo energético. Según WWF, la agricultura ocupa el 34% del suelo y es responsable del 69% del uso de agua dulce, y contando con el resto del sistema agroalimentario, genera casi la tercera parte de las emisiones de gases de efecto invernadero. La huella ecológica por la quema de combustibles fósiles es del 47,5%; por agricultura intensiva y extensiva, 22%; consumo de madera, pulpa y papel, 7,6%; pesca, 6,7%; ganadería, 6,3% de las emisiones mundiales. Entre el 8 y el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero tienen que ver con la alimentación humana. La FAO estima que el 70% de la huella hídrica a escala mundial tiene que ver con lo que se come. Producir un kilo de ternera puede suponer 15.000 litros de agua; un kilo de carne de cordero, unos 10.000 litros; un kilo de patatas, 287 litros; un kg de tomates, 214 litros de agua; Consumir menos carne y lácteos podría reducir en dos tercios la huella de carbono de los alimentos de una persona. Según datos de la organización ecologista “Amigos de la Tierra”, más del 80% de lo que consumimos procede del exterior. En 2018 España importó 43,3 millones de Tm de alimentos, que recorrieron una media de 7.000 km, y generaron más de 6.500 millones de Tm de C02. Datos del MAPA señalan que en 2018, se importaron 52.000 Tm de garbanzos que recorrieron una media de 7.500 kms , con unas 6.900 Tm de emisiones de C02.

¿Cómo puedo reducir mi huella ecológica? No consumiendo cosas y objetos superfluos. No consumir tanto. Utilizar ropa de segunda mano, ser más eficiente en el consumo energético. No poner a todas horas el aire acondicionado en verano con estas olas de calor y temperaturas saharianas. Aguantar el calor ambiente y en horas punta ponerlo a ratos y a 25 grados C, no menos. Ser eficiente en el uso del agua ante su escasez y ante la sequía que padecemos con los embalses bajo mínimos. En la agricultura y en la ganadería se pueden ahorrar miles y miles de litros de agua que ahora se despilfarran, pero también en el uso del agua para riego en los jardines públicos y privados, o en las piscinas públicas y privadas.

Alimentación: puedo reducir mi huella ecológica consumiendo productos de temporada y de producción cercana, para evitar un gasto energético innecesario y para mejorar mi dieta alimentaria. Por ejemplo, en vez de comer carne de vacuno varios días a la semana, reducir a un día a la semana su consumo. Una parte del vacuno que consumimos se alimenta con soja que viene del Cono sur americano. Los ciudadanos europeos somos responsables del 10% de la deforestación. Un 80% de esa deforestación mundial se debe a la agricultura intensiva que arrasa las selvas de la Amazonia para producir soja. Un 87% de la soja importada por la UE se destina a la producción de piensos para la alimentación de animales de granjas, la carne de vacuno; o el aceite de palma que proviene de las selvas de Indonesia. Según la ONU, unos mil trescientos millones de Tm de alimento se desperdician al año en todo el mundo. Sólo en la UE, 89 millones de Tm; y en España, 7,7 millones de Tm de alimentos se desperdician, lo que supone 169 kgs por habitante y año. El desperdicio alimentario supone a su vez, entre un 8 y un10% de emisiones mundiales de GEI. Y por contraste, en 2021, la ONU contabilizaba 811 millones de personas que pasan hambre en el mundo.

Podemos reciclar mejor, usando varios contenedores en casa para los residuos de vidrio, plásticos, papel, orgánico con restos de comida y otros. Apostar por electrodomésticos de alta eficiencia energética. Poner dobles cristales en las ventanas para protegernos del frío en invierno y del calor en verano.

Movilidad y transporte: Usar más el ir a pie a los sitios no excesivamente alejados y usar la bicicleta. Usar el transporte público: metro, autobús, taxi, trenes de cercanías o de lejanías. No usar el coche para todo, sino para lo más imprescindible. Los coches, las furgonetas, los camiones y en menor medida las motos, generan buena parte de las emisiones de CO2 a la atmósfera, junto a los aviones, barcos, y las industrias extractivas y transformadoras. Reducir nuestra movilidad en avión. Usar el avión sólo si es muy necesario. En las ciudades compartir el coche para ir al trabajo con alguna compañera o compañero que viva cerca de ti. Se está imponiendo el bla, bla, car, para según que viajes. Sale barato y vas acompañado.

Todas estas medidas y otras nos ayudarían a reducir nuestra huella ecológica y en consecuencia mitigar los efectos del Cambio Climático, pues nos hallamos en Emergencia Climática. El Gobierno de España declaró la Emergencia Climática en enero de 2020. Las próximas crisis serán climáticas. Sólo Andalucía, Cataluña y las Islas Baleares cuentan con una legislación climática específica. La Fundación Savia que preside Francisco Casero, ha remitido al Presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, un documento con 36 puntos, tras su nombramiento. Tras felicitarle le expone una serie de actuaciones que serían necesarias para proteger el medio rural y garantizar un futuro sostenible a nuestros nietos. Entre esas medidas: Garantizar en nuestros pueblos unos servicios públicos de calidad en Sanidad y Educación, con una presencia más real de los médicos y maestros en la vida de los pueblos. Incentivar el retorno de los jóvenes tras su formación académica o universitaria. Acceso fácil a la vivienda, en el medio rural. Apoyo a la mujer rural, esencial para el mantenimiento de la vida en los pueblos. Favorecer la convivencia con los inmigrantes que vienen a trabajar en ocupaciones que los jóvenes nativos no quieren, y que ayudan a producir y crear riqueza, además del papel importante de las mujeres inmigrantes como cuidadoras y empleadas de hogar. En el escrito, Savia expone al Presidente Moreno, la conveniencia de reducir las exigencias administrativas y burocráticas para aquellos jóvenes emprendedores que quieren montar un negocio en su pueblo, y que se ven cortocircuitados por las exigencias administrativas. Fomento de la Economía circular. Crear la figura del Comisariado de Transición Agroalimentaria; Crear Parques agrarios y Rurales, para facilitar los canales cortos de comercialización y asentar las redes de productores locales. Fomento y apoyo de la Ganadería extensiva que actúa como los bomberos en las tareas preventivas contra los fuegos; y fomento y ayuda a la producción ecológica, pues Andalucía es líder en este campo en España. Defensa de la Seguridad y Soberanía alimentarias, tener en cuenta el Pacto Verde Europeo; regular la actividad pesquera con paradas biológicas y protección de las especies. Y preocupación por una mayor eficiencia en el uso del agua disponible, ante la sequía que padecemos y las bajas reservas en embalses y en acuíferos, que exigen que no haya más dotaciones para riegos que las ya establecidas en años precedentes por ley.

El nuevo Gobierno de Moreno Bonilla tendrá 13 Consejerías, siete consejeras y seis consejeros más el Presidente. La mayoría del Gobierno tiene formación en Derecho y en Ciencias Empresariales, salvo la nueva Consejera de Salud que es diplomada en Enfermería; el Consejero de Universidades, ex rector de la Universidad de Córdoba y Catedrático en la Facultad de Veterinaria; y la Consejera de Fomento y articulación del territorio, que es Licenciada en Ciencias políticas y Sociología. Nos llama la atención que tras la buena actuación de Patricia del Pozo al frente de Cultura y Patrimonio Histórico, ésta Consejería pase a ser ahora de “Turismo, Cultura y Deportes”, relegando a la cultura frente al Turismo Deseamos suerte a Patricia del Pozo al frente de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, aunque la pérdida de la palabra Educación, denote cambios y políticas preocupantes. Deseamos suerte a Catalina García en Sanidad y Consumo, cuyo reto más importante es apostar por la Sanidad Pública y por ampliar la plantilla de facultativos y mejorar sus condiciones económicas, para evitar la diáspora de los profesionales que buscan en otras Comunidades y Países del entorno europeo, lo que en Andalucía no se les ofrece, al contrario se les recorta. Carmen Crespo sigue al frente de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, tiene grandes retos por delante, entre ellos evitar el despoblamiento. Suerte, también, en su gestión, así como al resto del Gobierno y al Presidente. Y se crea la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Agua azul que dirigirá el ex alcalde de Almería y Licenciado en Derecho, Ramón Fernández Pacheco. Y la pregunta que me ronda la cabeza, desde que empecé hablando de la Huella ecológica y la Emergencia climática, es: ¿Cuál será la huella ecológica de la gestión de este Gobierno? ¡Qué oportunidad ha perdido el Presidente Moreno Bonilla para haber creado una Superconsejería con rango de Vicepresidencia que fuera transversal y con una visión holística, como hubiera sido, la Consejería de Emergencia Climática, pues sin duda, éste es el problema mayor al que se enfrenta la Humanidad y requiere de una visión con luces largas y planteamientos avanzados, aglutinando aspectos de la economía, de la agricultura, de la sostenibilidad, del territorio, de la Universidad, de la Educación, de la Salud, del Turismo, del uso y la gestión del agua, de la sequía, de los incendios forestales, y un largo etcétera. Pero, por lo que vemos esa es otra historia que será contada por quien se adelante con imaginación y valentía a los tiempos tenebrosos que nos aguardan en el futuro.

Y permítanme de última hora decir algo sobre la sentencia condenatoria del Tribunal Supremo en el caso de los ERE, por un 3-2, de los magistrados. La Sala de lo Penal ha ratificado las penas impuestas a dos expresidentes de la Junta de Andalucía, a Manuel Chaves por un delito de prevaricación y a José Antonio Griñán por prevaricación y malversación. En el caso de Chaves, la pena de hacerse firme implica la inhabilitación durante nueve años, pero en el caso de Griñán podría suponer la pena de seis años de cárcel y la inhabilitación por 15 años. La sentencia se conocerá en setiembre. La defensa de la mayoría de los condenados ejercerá su derecho y recurrirán al Tribunal Constitucional e incluso en el caso de Griñán, podría solicitar el indulto. La decisión del Supremo por 3 votos a favor y 2 en contra, confirma casi en su totalidad, la sentencia condenatoria que dictó la Audiencia de Sevilla en noviembre de 2019. Hay un artículo buenísimo de Javier Pérez Royo en el diario.es, en el que analiza negro sobre blanco la decisión del Tribunal Supremo. Pérez Royo es Catedrático de Derecho Constitucional y fue Rector de la Universidad de Sevilla. Y sabe de lo que habla. En mi opinión, en la Judicatura española asistimos a una caza de brujas por parte de algunos nuevos inquisidores que se visten con toga. La politización en buena parte de la judicatura, clama al cielo. No es cierto que haya independencia judicial. En este juicio de los ERE, la causa se ha politizado y no sólo se trata de perjudicar a dos ExPresidentes de la Junta de Andalucía que aplicaban unos Presupuestos y unas partidas aprobadas por mandato parlamentario, aquí en mi modesta opinión se ha juzgado a una buena parte del pueblo andaluz, a través de sus representantes elegidos democráticamente, algo que no ocurre por cierto, en la Judicatura, donde los jueces se eligen entre ellos. ¡Qué disfrutes del merecido descanso de verano! ¡Carpe diem!