Los humanos somos una especie de naturaleza migratoria. Nuestra capacidad de adaptación a las condiciones más diversas e incluso hostiles, nos ha permitido extendernos por todos los continentes. La historia de la humanidad es, en parte, la historia de grandes movimientos migratorios, donde inmigrar y emigrar constituyen dos caras del mismo fenómeno, algo reconocido hoy, aunque solo sea en parte, como un derecho humano.
El territorio andaluz, por su carácter de puente entre continentes, ha contemplado a lo largo de la historia un constante flujo de inmigración, lo que ha propiciado que la plurietnicidad y la multiculturalidad sean dos características prácticamente constantes en el proceso histórico andaluz, aunque no siempre se reconozca.
Somos los andaluces un pueblo mestizo en lo biológico; quienes vinieron a nuestra tierra a través de los siglos, quienes acabaron quedándose y fundiéndose han ido tejiendo nuestra cultura, original en su mestizaje y diferenciada.
La historia, con su pedagogía, nos enseña una y otra vez que tras las manos de la inmigración vienen personas, con sus sueños y sus afanes, con su identidad, con todo su bagaje humano. ¡Qué gran lección para el presente!
INTERVIENEN SUSANA MORENO MAESTRO Y FRANCISCO JOSÉ CUBEROS GALLARDO.