El peligro de normalizar el relato manipulado (parte 2/2)

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DOÑANA 2 (2020). Pintura por Olga Laray.

VIENE DE PARTE 1/2

Llegamos a la decena de intentos por desgranar el relato que, connivente con (y gracias a) muchos medios de comunicación, modela en los últimos años la corriente de opinión pública. Pasan las semanas y, poco a poco, se asienta una preocupante tendencia: el mensaje de que no importa falsear, sesgar o manipular una noticia mientras esta logre dañar al adversario político, ideológico o mediático; ni importa si una noticia es contrastada como falsa, sesgada o manipulada, pues si, difundiéndola, contribuyo a dañar a quien odio, así lo haré. Desde este espacio, seguiremos avanzando justo en sentido contrario. Y para ello, más ejemplos del último mes sobre relatos desvirtuados, algunos de los cuales ya repasamos en la Parte 1/2 de este mismo Desmigando:

Doñana: lo que la comunidad científica o la UE alerten es pa’ na. PP y VOX sí que entienden sobre regadíos

Doñana peligra. Hay quien no lo quiere ver. Atentado medioambiental en toda regla. De nuevo en Andalucía. La privatización del entorno natural onubense (y gaditano y sevillano; orgullo de la humanidad, en suma) ampliando regadíos y amnistiando a los empresarios de la agricultura ilegal ahogará la existencia de agua en el Parque Nacional. El Consejo de Doñana así lo explica. Pero a la Junta gobernada por el afable Juanma Moreno Bonilla y a sus socios de VOX parece que, como dirían nuestros adolescentes, se la pela, pues donde se pongan negocietes con empresas amigas, que se quite la infundada alarma de los muermos woke-ecologistas. (También la Junta socialista tendría que dar explicaciones sobre sus acuerdos pasados sobre Doñana). Y para ello, nada mejor que cándidas crónicas en medios del ala. Más regadíos están por venir. La salud de Doñana lo pagará. También los ciudadanos/as lo pagaremos, por ejemplo en forma de multas.

8 de abril, ejemplo de fecha señalada (para invisibilizar la «antiEspaña»)

8 de abril, Día Internacional del Pueblo Gitano. Escasas noticias y mini reportajes sobre cuanto la fecha reivindica. Mucha declaración institucional típica y tópica, mucho acto protocolario, pero poco o nada sobre lo que la silenciada historia de esta comunidad tiene aún que contar. Poco o nada sobre los prejuicios que a nivel educativo o laboral siguen viviendo. Poco o nada acerca de la persecución que desde hace siglos sufrieron/sufren. Poco o nada sobre efemérides como la Noche de los Cristales Rotos en la Triana de 1957, que recoge el documental Triana pura y pura, de Ricardo Pachón (2013). Cuando se echan balones fuera hablando del “racismo de otros”, cabría recordar que, aún hoy, muchos autodenominados ‘españoles de bien’ siguen perpetrando el señalamiento de compatriotas, por ejemplo borrando, desde sus aires de señorío, la injusticia que en los últimos cinco siglos han sufrido los gitanos/as.

14 de abril, otro ejemplo de fecha señalada (para invisibilizar la «antiEspaña»)

14 de abril, día en que, en 1931, se instauró la II República en España, forma de Estado que en los años siguientes, y hasta el golpe militar fascista de 1936, fue corroborada en las urnas por parte de una mayoría de la población española de la época. Por ello, en las últimas décadas, multitud de actos se celebran cada 14 de abril (y en fechas cercanas) en todo el país, para que no caiga en el olvido lo que las armas masacraron. Cada año se recuerda que es posible una Democracia más plena, a pesar del lavado de cerebro que implantaron en muchas generaciones a base de condescendencia forzosa hacia la monarquía y el sistema político-económico que, con ella y tras la dictadura, fue impuesto. Cada año se clama por que se le devuelva al pueblo la posibilidad de decidir sobre qué tipo de soberanía quiere ejercer. Pero también cada año, buena parte de esos actos caen en la papelera de los mass media. Pasa en Andalucía, donde nada relevante se repasó este 14 de abril; nada se dijo sobre los diferentes eventos que el pasado fin de semana tuvieron lugar en diversas localidades; y nada se dice sobre las concentraciones, marchas, lecturas y encuentros que habrá este mismo fin de semana en rincones de todo el país. Porque es de ‘buen español’ cercenar información plural a la ciudadanía, no vaya a ser que, con la que está cayendo, sean engañados nuestros vecinos por parte de quienes fracturamos España recordando “viejas batallas de abuelos”. Además, todo el mundo sabe que hoy hay cosas más importantes de las que ocuparnos, como, por ejemplo, no meternos en la libertad de cada cual para, con sus riquezas, alquilar vientres ajenos y comprarse niños, o como alabar al generoso jefe de Mercadona por bajar los precios de ciertos productos (chitón sobre las prácticas laborales de esa empresa o sobre el inmoral enriquecimiento que, a base de contundentes subidas de precios, logró durante los últimos años).

En fin, las cosas del Poder y la batalla del relato a través de sus medios de comunicación. Y de ahí la importancia de tratar de desmigar sus entresijos: para que lo de tomarnos por tontas/os les resulta cada vez más difícil.