Olimpiadas y capitalismo

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Por Eneko (en Público).

Escasez y derrota

Con las Olimpiadas se normaliza que solo puede ganar una persona, que sólo tres obtienen medalla y que el cuarto ya es un perdedor. Las Olimpiadas, como la economía-mercado capitalista, se basa en la escasez. La victoria de pocos sobre las derrota de las mayorías que participan.

El maestro D. Harvey lo explica en su obra «Urbanismo y desigualdad social» (pp. 116-117). «En las economías complejas la escasez está totalmente organizada a fin de permitir el funcionamiento del mercado. (…) La escasez ha de ser producida y controlada en la sociedad, porque de otro modo el mercado de precios no funcionaría. (…) Si aceptamos que el mantenimiento de la escasez es esencial para el funcionamiento del sistema de mercado, aceptaremos entonces que la privación, apropiación y explotación son consecuencias necesarias del sistema de mercado.»

El éxito y el fracaso olímpico es una construcción social, como el mercado capitalista. Una construcción que normaliza que solo unas minorías puedan tener éxito, y que unas mayorías se deban «esforzar más» para evitar su justo fracaso; que la explotación y la privación son necesarias para el mercado y economía que capitalista.

Materialismo deportivo

Eres tan bueno como la cantidad de dinero que te hayas gastado. Cómo cliente de un bar, o como país en una olimpiadas. La meritocracia depende del dinero que tienes, que puedes gastar, invertir. Como persona o como equipo olímpico.

El equipo olímpico español ha acabado en la posición 15 en el medallero de las olimpiadas, el mismo que ocupa la economía española en el ránking mundial.

Materialismo deportivo.

El parné, primo, hace listo al tonto. Que no nos enteramos. «La furia» es el dinero.

Extrativismo olímpico

Triple salto, pim, pam, 17 metros. Termina la competición. Suben banderas, tres cubanos en el podium. Tres banderas, diferentes. Ninguna con estrella. Medallas, honores para tres naciones distintas, europeas, primeros invasoras, después acogedoras (de posibles medallistas).

Extractivismo olímpico. Neocolonialismo deportivo.

El eslogan, el envoltorio: logros, esfuerzo, competitividad. Lo real: comprar inputs para invertir en metales; obtener materias primas de donde sea, envolverlas en la bandera y hacer patria; obtener recursos humanos (talento) foráneo, ejercitarlos y obtener rendimiento.

Espíritu occidental, olímpico, capitalista. Por tres.