Pasó el Primero de Mayo. Como es habitual en Andalucía, la fecha estuvo marcada por los planteamientos más siniestros: paro, deslocalizaciones, cierres y desindustrialización. El foco sindical se centró en esta ocasión en una de las comarcas más castigadas por esta crónica situación: la Bahía de Cádiz.
De un lado, las centrales oficiales, CC.OO. y UGT convocaron en la capital sus actos centrales con la presencia de sus Secretarias Generales. La foto estaba asegurada: tras el cierre de Delphi y Visteon, este año tocaba el cierre de Airbus. Y eso sindicalmente llama siempre mucho la atención en la capital europea del desempleo.
De otro lado el sindicalismo alternativo promovió convocatorias alternativas. Cabe destacar como la más singular, la promovida por CGT a instancias de su Sección Sindical en Airbus. Propusieron y comunicaron en tiempo y forma un recorrido inédito: salir desde la factoría (situada en Puerto Real) y cruzar hasta Cádiz a pie recorriendo el Puente de 1812. El propósito era claro: unir la imagen del megamonumento a las libertades y el constitucionalismo con la reivindicación sociolaboral de mayor actualidad en la Bahía: la defensa del empleo en el sector aeronáutico ante la amenaza de cierre de Airbus. Y todo ello en un puente sobre la Bahía, cuya connotación reivindicativa en esa comarca es quizá una de las más honrosas con que se pueda relacionar a tales obras de ingeniería.
Pues bien, Policía Nacional, Jefatura Provincial de Tráfico y Unidad de Carreteras desaconsejaron expresamente la marcha. La Policía llegó a emitir “informe negativo”. Apelaban al historial de conflictividad del sector, al gran perjuicio que ocasionaría un corte total de esta autovía por ser un acceso principal a la ciudad de Cádiz e incluso planteaban escenarios tales como el “descontrol de la manifestación” o “los incendios que provocasen daños en la estructura”. En consecuencia la Subdelegación del Gobierno (sí ese, el de progreso) no autorizó el recorrido comunicado. Hay ocasiones en que no queda tan lejos 1812.
CGT reunió a su asamblea y adoptaron la decisión de impugnar la resolución de la Subdelegación de Gobierno (sí ese, el de la Ministra de Trabajo que asiste al Primero de Mayo de Madrid). A estas alturas, un nuevo actor público, la Abogacía del Estado, se unió a las posiciones de las más altas instituciones gubernativas, policiales y en materia de tráfico de la provincia.
A ninguno les pareció, sin embargo incendiario –ni impúdico- que el 29 de abril, Airbus hiciese público haber obtenido 362 millones de euros en el primer trimestre del año. Son las reglas del mercado.
Y así entramos en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, donde la primera buena noticia fue que la Fiscalía se desmarcó de las posiciones mantenidas por el resto de instancias gubernamentales y valoró como razonables los ajustes propuestos por CGT (reducir el tiempo de la convocatoria).
En poco tiempo, el TSJA dictó sentencia favorable al sindicato anarcosindicalista y así sentenció: “No puede perderse de vista que se trata de un día festivo, el 1 de Mayo, por lo que el impedimento para las personas que pueden acudir a sus centros de trabajo es un riesgo casi inexistente«.
Se alcanzó así un hito en la historia de la lucha sociolaboral en la Bahía: el Puente de 1812 también está al servicio de las manifestaciones. Se rompió la tendencia vigente hasta la fecha cuando en julio de 2020, los trabajadores del astillero de Navantia Puerto Real no fueron tampoco autorizados por la Subdelegación del Gobierno a cruzar el segundo puente a pie, y tuvieron que desplazarse en autobús hasta Cádiz.
Y así, mientras que los manifestantes enarbolaban sus banderas al viento en defensa del empleo en el sector aeronáutico, al Subdelegado del Gobierno (el mismo, el que dice “aspirar a ser un referente mundial de la modernidad”), José Pacheco, no desaprovechó la ocasión para volver a hacer el ridículo y manifestó a la prensa: “esperamos que no haya ningún tipo de incidentes», a la vez que avanzó que volverá a proceder del mismo modo en las próximas manifestaciones que soliciten pasar por el puente. El sindicalismo alternativo seguro que también. E incluso seguirá innovando e incorporando formas de lucha que no caben la imaginación de los gobernantes.
Así, la imagen indiscutible de este Primero de Mayo no fueron las convencionales intervenciones del sindicalismo de concertación social, sino que el Puente sirvió para unir lo que más necesita a día de hoy la Bahía: la lucha y la dignidad. Cada paso que dieron los manifestantes sirvió para engrandecer un poco más otro capítulo de la historia por la defensa del empleo en el metal gaditano. Y sí, hubo incidentes, todos causados por la multinacional Airbus, que lejos de contentarse con sus pingües beneficios sigue insistiendo en cerrar la planta, destruir empleo y generar aún más pobreza en la Bahía de Cádiz. ¿Se pronunciarán sobre esto la Ministra, el Subdelegado del Gobierno, la Abogacía del Estado y la Policía Nacional? ¿Y les prohibirán algo? Porque aunque a unos no les hayan prohibido despedir y a otros sí nos hayan prohibido manifestarnos, lo hicimos. Y lo seguiremos haciendo cada Primero de Mayo. Es lo que tiene el orgullo de ser clase trabajadora.