Oigo la sexta sinfonía de Beethoven, la Pastoral, grandiosa y oportunísima en esta primavera que viene desbocada de calores y de falta de lluvias, que no pronostican nada bueno para este verano con previsión de falta de agua tan necesaria para la agricultura y ganadería, pero sin duda, también para la supervivencia de las ciudades y los pueblos. La noticia que ha llamado mi atención en los últimos días es que La India ha pasado a China en población. La India sobrepasa los 1.425.000 habitantes. A finales de 2023, se estima que la India alcanzará los 1.428 millones de habitantes, mientras China se quedará en 1.425 millones de almas. Entre ambas potencias se cercarán a los 3.000 millones de habitantes, aproximadamente el 34% de la población mundial entre estos dos países. A estos dos países les seguirán a mucha distancia: EEUU (340 millones de habitantes); Indonesia (278 millones); Pakistán (240); Nigeria (224); Brasil (215); Bangladesh (173); Rusia (144); México (128); Japón (123). La UE tiene en total 447 millones de habitantes. Alemania es el país con más población (83 millones), seguida de Francia con 67 millones; Italia (58); España en cuarto lugar con más de 47 millones de habitantes. Para 2050 se estima que la población mundial llegará a los10.000 millones de almas. La población mundial según el reloj mundial que mide nacimientos y decesos, se puede consultar en Google (nuestro oráculo o gurú moderno), se halla en más de 8.074 millones de habitantes. Con motivo de cumplirse 75 años de la creación de la OMS, en 1948, su Director General actual desde 2017, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, señala que: «Seguimos enfrentándonos a desigualdades abismales en el acceso a los servicios de salud, a deficiencias enormes en las defensas mundiales contra las emergencias sanitarias, y a amenazas derivadas de productos perjudiciales para la salud y de la crisis climática. Solo podemos combatir estos desafíos mundiales con la cooperación mundial. Y añade: Si no actuamos, para 2030 tendremos un déficit de 10 millones de trabajadores de la salud en los países de ingresos bajos y medianos». El aumento de la población mundial se relaciona con la esperanza de vida, y sin duda el desarrollo económico y social han propiciado que las personas podamos vivir más años de vida gracias a los avances de la medicina y de los avances científicos, pero también debido a nuestra mejor forma de alimentación y al saneamiento y modernización de nuestros sistemas de depuración y suministro de agua potable. Sin duda, en los países con regímenes democráticos donde se respetan y protegen los derechos humanos, la salud de las personas se cuida mejor que en aquellos otros en los que las dictaduras y los regímenes totalitarios hacen de su capa un sayo y condenan a la gente a la sumisión del sistema opresor sin tener en cuenta crear unas mejores condiciones de vida para los ciudadanos. Si nos fijamos en la salud, según publica la reciente Estadística del Gasto Sanitario Público (EGSP) del Ministerio de Sanidad, Andalucía con 1.486 euros por habitante fue en en 2021, la Comunidad Autónoma española con menor gasto sanitario público en relación a su población (8.538.376 millones de habitantes), la mayor de España. Andalucía está por debajo de la Comunidad de Madrid con 1.536 euros por habitante, o Baleares con 1.644 euros. En el otro extremo, las Comunidades con mayor gasto sanitario público han sido el País Vasco (2.073 euros por habitante); Asturias con (1.965 euros) y Navarra (1.941 euros por habitantes). El gasto sanitario público en España en 2021, supuso 87.941 millones de euros, lo que representa el 7,3% del PIB; mientras el gasto per cápita ascendió a 1.858 euros por habitante. La reflexión que yo hago es que necesitamos proteger nuestra salud pública ante el aumento de población previsible y ante la esperanza de vida que posibilita que las personas mayores puedan vivir más. La esperanza media de vida en España en 2023, se halla en 87 años para las mujeres y en 81,8 años para los hombres. En 2032, en España habrá 19,7 millones de personas mayores de 64 años. Más de 23.000 personas habrán superado los cien años de edad, casi el doble que los 12.000 centenarios actuales. España ocupa el séptimo lugar en la lista de países más longevos, que encabezan Hong Kong y Japón. Francia, Suiza e Islandia aventajan a España en esta lista. Con esto queremos recalcar la importancia de que destinemos a la Salud Pública más recursos presupuestarios y más personal, si queremos afrontar el futuro con ciertas garantías de poder atender a la Salud de las personas. Habrá que detraer de otras partidas para dedicárselas a este aspecto tan vital como es la salud. Tenemos éste gran reto por delante. Gobernantes de la Junta de Andalucía, gobernantes del Estado Español, y de la UE, pensar en ese futuro y dotar de presupuestos generosos y adecuados ante lo que viene, es prioritario y esencial, tanto en Salud Pública, como en Educación Pública, pues un pueblo sin Educación o con la Educación disminuida está condenado a ser esclavo y dependiente de otros. Desde la escuela primaria, hasta el Bachiller y la Universidad, debemos buscar la excelencia y el objetivo debe ser preparar a nuestros jóvenes de hoy para que se enfrenten a un futuro que será muy competitivo en todos los órdenes pues lo que estará en juego sea la supervivencia humana. Sequía: Los embalses andaluces se hallan a un tercio de su capacidad. Los de la Cuenca del Guadalquivir se hallan a un 25%. En los últimos 30 años, la superficie de regadío ha crecido un 9%. Los riesgos de incendios forestales irán en aumento éste verano, ante la falta de humedad y la sequía.
Esta primavera y este verano serán duros para los agricultores y ganaderos andaluces. Un empresario agrícola de Fuente Palmera, Córdoba, me confirma la falta de agua y la sequedad en los cultivos y aventura restricciones de riego que llegarán si dios y el cielo no lo remedian. Otro buen amigo empresario agrícola que cultiva y produce olivar, trigo, girasol y algodón y que obtiene un AOVE ecológico excelente de sus olivares en Écija y en Gerena, Sevilla, también barrunta una pérdida de producción importante ante la sequía que como una maldición bíblica amenaza nuestro inmediato futuro. Y para alimentar a los humanos son necesarios los agricultores y ganaderos. Y con la progresión de aumento de población mundial, tendremos que pensar en eso. Mi amigo el Ingeniero Agrónomo José Esquinas, experto en alimentación y en hambre que estuvo 30 años trabajando en la FAO, es optimista, y suele subrayar en sus intervenciones académicas y públicas que con el sistema actual podemos alimentar a 12.000 millones de personas, y aplicando la agricultura familiar y ecológica, respetando a la Tierra y siendo eficiente en el uso del agua, tenemos capacidad para alimentar a la Humanidad, y yo me lo creo. Ante la amenaza del Cambio Climático que ya está aquí, tenemos que cambiar nuestro modelo y sistema de vida, hacerlo más sencillo, austero y sostenible, y dejar de talar y destruir selvas y bosques tropicales como la Amazonia, para producir masivamente cultivos, y dejar de instalar macrogranjas donde se hacinan miles de animales que son una fuente de contaminación aérea, terrestre y acuífera, y que acaban con el entorno, además de ir contra el bienestar animal de los animales. Ante lo que viene, coraje y decisión en el ser humano para superar las dificultades. Empecemos por lo local, por nuestros pueblos, por Andalucía, por España, y elevemos la mirada, con luces largas para que entre todos superemos los retos futuros de la Humanidad. He dicho.