Venas abiertas

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Pablo Picasso - El Rapto de la Sabina (Detalle), 1963

Frugales

Frugal es un adjetivo cuyo significado es: «que se alimenta de comidas sencillas y poco abundantes.» Ni hay economía capitalista frugal, ni sus gobiernos lo pueden ser. Necesitan abundantes recursos extraídos por complejos mecanismos de explotación y destrucción.

Cada día más, las economías capitalistas aumentan sus necesidades de recursos. Más energía, más materiales, más, más. Y cuanto más financiera, cuanto más alejada de la tierra, cuanto más «innovadora», cuanto más tecnológica, más complejos son los mecanismos que requieren esas economías para expoliar, explotar y destruir otros territorios, pueblos y economías.

Las economías capitalistas enriquecidas no tienen nada de frugales. Más bien todo lo contrario, acaparan capitales, materiales, energía de otras economías empobrecidas a las que someten por las buenas o por las malas. Andalucía, con dos bases militares estadounidenses en su territorio, participa activamente cuando el sometimiento es por las malas.

Controles

Titular de periódico: «Los líderes europeos debaten una propuesta con menos subsidios y con más control sobre el dinero del fondo de recuperación.»

Los «líderes europeos» hablan de control del dinero. Temazo relevante digno de ser invisibilizado. Tema tan importante que apenas se debate sobre el control democrático de la autoridad monetaria del euro, el Banco Central Europeo. Moneda que no votamos y que fue introducida por estos lares por ese gran «líder» español, europeo y global cuyo nombre es Rodrigo Rato. El famoso «control de nuca» al que fue sometido puede ser una buena metáfora de lo que hacen con las economías sureñas esos «líderes europeos».

El control del dinero es un tema tan importante que el poder ejerce un férreo control sobre las palabras relacionadas con el asunto. Así, al dinero que va a las empresas lo llaman inyección de capital. Este tipo de inyecciones son buenas. Punto. El dinero que va a un gobierno o persona, por contra, pasa a llamarse subvención, subsidio, «paguita». Las personas que lo reciben son «pasivas» y los gobiernos «deudores», «morosos», «pigs»…

El verdadero control democrático del dinero espanta a quienes ponen y quitan a esos líderes; los mismos que controlan a los periódicos y sus titulares; los mismos que nos dicen las palabras a usar y sus interesados significados. Apenas hay distancia entre el control del dinero y el control de las palabras.

Venas abiertas

Esos “frugales” saquean sin control a Andalucía. Por eso vivimos en una tierra rica habitada por personas pobres. El país rico de un pueblo pobre.

Un pueblo tan pobre que no se reconoce. Igual es eso: que es pobre porque no se reconoce; que para que mejore hay que gritar que existe; que hay una economía andaluza, un pueblo andaluz; que es necesaria una democracia andaluza.

Somos y nos saquean. Cada día, cada minuto. Ahora. Vivimos en un sistema social, político y económico en el que nos roban democráticamente. Y sin embargo nos dicen, decimos, que nos subsidian. Ese es el Poder: sin apenas usar la violencia física, establecer lo que debes pensar.

Andalucía tiene sus venas abiertas. Para cerrarlas debe, como mínimo, existir. Esa es la base de una alternativa para Andalucía: autorreconocernos como pueblo saqueado para evitarlo y evitar que participemos en saqueos de otros pueblos. Desde el necesitar poco y sentir mucho; desde la frugalidad que valora mucho más el tiempo que las cosas para de ese modo alcanzar el control de nuestras vidas desde el respeto de las demás.