La primera semana de agosto se produjo un accidente en el hotel de Tarifa 100% Fun. Dos trabajadoras perdieron la vida al estallar un generador y abrasarlas el aceite que se desprendió mientras estaban comiendo.
La siniestralidad laboral en la provincia de Cádiz lleva tres años sufriendo un repunte, según los datos que mensualmente aporta el propio Ministerio de Trabajo. Según las cifras globales, en 2016 se contabilizaron cerca de 2.000 accidentes de trabajo más que en 2014, superando los 11.500. En lo que llevamos de año ya se ha superado el número de muertes con respecto a las que se produjeron en todo 2016. En 2017 han sido siete los empleados que han muerto en su puesto de trabajo, cuando el año pasado fueron cinco.
Esta tendencia es general en toda Andalucía, ya que en 2016 se produjeron 11.000 accidentes más que en 2014. En Andalucía el pasado año murieron 81 personas en el tajo. Hasta el pasado mes de junio ya habían muerto 47, más de la mitad que en la totalidad del año anterior.
Andalucía está en el cuadro de cabeza de los índices de incidencia de los accidentes de trabajo según bajas laborales (el cuarto detrás de Baleares, Castilla la Mancha y Comunidad Autónoma Vasca) y por encima de lo que es la media del Estado.
Por actividades, el sector donde produce un mayor número de accidentes graves (19 en 2016) es el de sanitarios y servicios sociales, seguida de la Construcción. En el caso de la Construcción sí que las empresas del ramo consideran estratégica la gestión de riesgos laborales, pero en el caso de las Sanitarias y de Servicios Sociales, sólo un 32% lo incluyen dentro de sus planes estratégicos, según la II Encuesta Andaluza de Riesgos Laborales que realiza la Consejería de Empleo.
Según fuentes sindicales, el incremento de accidentes no es una casualidad, sino que se debe a una relajación por parte de las empresas de la observancia de las normas de seguridad. Es algo que habíamos detectado con la crisis, cuando se dejó de invertir en seguridad.
La relación entre la crisis y los datos de los últimos años es directa. «Vemos accidentes evitables y hay empresas que no cumplen con la normativa. Pero también muchas veces la responsabilidad está en el trabajador, que al encontrarse en precario no reclama las condiciones de seguridad mínima que se debería tener en el desempeño de su tarea por miedo a perder el empleo. En esos casos siempre hay que decir que de nada te sirve cobrar dos días de salario y al tercero estar en la enfermería».
Fuente: Diario de Cádiz.