Empleo en Andalucía: 10 años donde lo malo ha empeorado

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Leo en “eldiario.es” un artículo que comienza así: “somos menos trabajando y ganamos menos”.

Desde el primer momento se confunde trabajo con empleo, con trabajo asalariado (también paro con desempleo). Incluso en un diario que desea ser feminista y progresista. No obstante, el artículo es muy interesante y completo y paso a analizarlo.

La cantidad

En Andalucía hay menos personas con un empleo y el salario recibido es menor, por lo que las cotizaciones son menores. Aunque parezca que la causa es la crisis, una visión completa indica que en Andalucía el desempleo y la precariedad son características seculares de una economía con una estructura productiva diferente a la del conjunto del Estado. La economía andaluza es eso, andaluza, y tiene muy poco que ver con la catalana, la gallega o la vasca. Por tanto, es preciso analizarla y estudiarla como algo con entidad propia, y no como una “comunidad autónoma” (todo menos autónoma) de un Estado soberano (todo menos soberano) de la Unión Europea (todo menos unión).

Según el informe “Contabilidad Regional Anual de Andalucía”, había 3.111.275 personas con empleo a finales de 2017. En 2007 eran 3.392.220, justo cuando mayor era la cifra. Hasta 2013 se perdieron 664.258 empleos (2.727.962 cotizantes); a partir de 2014 se han recuperado, por tanto, 383.313. Por tanto, tras la supuesta recuperación, aún hay menos personas con empleo en Andalucía que hace diez años.

Y sí, en Andalucía también se ataca a lo público. Al empleo público. Basta con comparar el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas del Ministerio de Hacienda y Función Pública de 2007 con el de 2017. Hace 10 años 487.456 personas tenían un empleo público y ahora son 474.035. Por tanto, en la última década Andalucía ha perdido un total de 13.421. El grueso de ellos, de la Junta de Andalucía (con 10.105 menos), pero también de la Administración General del Estado (AGE), con una reducción de 5.259, y de las administraciones locales (-4.451). Este descenso se ha compensado por el incremento del personal en las universidades, que ha pasado de 18.984 a 25.378.

Mirando sólo los que dependen de la Junta de Andalucía, en 2007 había 250.076 personas con empleo público.  En 2017 han pasado a ser 239.971. Entre los sectores donde se ha reducido aparece la sanidad, donde se han perdido más de 3.000.

La tasa de desempleo (aunque le llamen “paro”, la gran mayoría de las personas sin empleo no están “paradas”) pasó del 16,27% en el primer trimestre de 2008, al 23,09%. La cifra más alta de todo el Estado, como lleva décadas sucediendo. En 2008 era 5.83 puntos superior, mientras en 2018 lo superaba en 7.81 puntos.

Menos de la mitad de la población andaluza tiene un empleo (49,81%), cuando hace una década estaba en el 56,02%. Hoy se cuentan en Andalucía más de  910.300 personas sin empleo (según la EPA, Encuesta de Población Activa; para esta encuesta la gente que realiza trabajos domésticos no es activa). En 2007 ese número era de poco más de 550.000. Los hogares sin ninguna persona con empleo son 308.600 en el segundo trimestre de 2018, mientras en 2008 eran 168.900.

La situación se resume, paradójicamente, por esta frase de un informe de la Confederación de Empresarios del Sur (Cesur): “el 53,2% de la población activa está en una situación de desempleo, subempleo o precariedad en Andalucía, una ‘infrautilización’ de la mano de obra que en el conjunto de España es bastante menor (40,2%).” (Informe Mercado de trabajo en Andalucía 2008-2018). Las personas como recursos utilizables (explotables) están siendo infrautilizadas en Andalucía.

La calidad 

En estos 10 años se ha reducido la cifra de personas con empleo a jornada completa (de 2.849.500 a 2.499.800) y se ha incrementado en la parcial (de 388.200 a 468.000). La tasa de empleo a tiempo parcial ha aumentado del 11,99% a un 15,77%.

Con la generación de empleo en los últimos cuatro años se ha ido incrementando la tasa de temporalidad (porcentaje de personas que tienen un contrato temporal respecto al total). A finales de 2017 esta cifra estaba por encima del 35% (casi 10 puntos más que el conjunto del Estado).

En 2008, el peso de la remuneración de las personas asalariadas en el PIB (producto interior bruto) de Andalucía era de 74.860 millones de euros. Tras finalizar 2017 era de 72.271 millones de euros.

El coste salarial total según datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) ha crecido en Andalucía muy por debajo del PIB y a un ritmo mucho más lento que en el conjunto del Estado, lo que ha agravado la pérdida de poder adquisitivo.

En 2007, el coste salarial total en Andalucía era de 1.571,02 euros mensuales, frente a 1.713.16 de media estatal. En 2017, ha pasado a ser de 1.686,72 euros (frene a los 1.900,10 del conjunto estatal).

Según el  último informe del Mercado de Trabajo y Pensiones en Fuentes Tributarias,  en 2007, en Andalucía, el salario medio anual era de  15.010 euros (18.087 media estatal). Hoy, se cifra en Andalucía es de 14.868 euros (frente a 18.835).

Los convenios colectivos firmados en 2017 en Andalucía fueron 368, para un total de 596.471 trabajadores -la cuarta parte del total-. En los mismos el incremento de sueldos es de 1,46%, frente a una subida del IPC del 2,2%. En el conjunto del Estado, la subida de sueldos pactada en convenios colectivos ha supuesto una media de 1,60%.

Andalucía es la única comunidad autónoma donde la masa salarial es más baja en 2017 que lo que era en 2008. En Andalucía no sólo no ha llegado la recuperación sino que estamos en niveles inferiores a 2008, en concreto 7,07 euros mensuales menos. En gran medida, la causa se encuentra en el modelo productivo de Andalucía, de bajo valor añadido muy centrado en la agricultura y el sector servicios que son dos actividades de fuerte carácter estacional y que conllevan creación de empleo precario, temporal y mal remunerado.

Precisamente los sectores que están aumentado en la última década. El sector que mejor está corrigiendo los datos de los peores años de la crisis es la agricultura. Ya tiene más personas ocupadas que hace 10 años: de los 242.995 de 2007, cerró el pasado año con 272.622 según la primera estimación que también arroja la Contabilidad Regional Anual de Andalucía. Más lentamente, pero también con saldo positivo, el sector con más peso en Andalucía, el de servicios, que ha encadenado en 2017 un quinto año consecutivo de incremento de la cifra y ya son más que hace una década. De este modo, en 2007 eran 2.353.212 los personas ocupadas en el sector servicios en Andalucía, y a cierre de 2017, 2.411.938.

Por tanto, la evolución del modelo productivo andaluz no tiene nada que ver con la industria ni el sector secundario, sino con una mayor especialización en los sectores extractivos. Precisamente aquellos que nos han llevado a la situación en la que nos encontramos.

A todo esto, qué dice la Junta de Andalucía: “se va a mejor ritmo que el conjunto del país”. ¿Miopía?, ¿astigmatismo? No, simplemente espurios intereses partidistas.