Ecologistas en Acción y Greenpeace consideran insuficiente y poco ambicioso el borrador del Plan Andaluz de Acción por el Clima

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La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, ha abierto el periodo de información pública del borrador del Plan Andaluz de Acción por el Clima (PAAC), con el que pretende contribuir a la descarbonización de la economía andaluza, dentro de lo que el presidente de la Junta ha denominado “Revolución Verde”.

Ecologistas en Acción y Greenpeace, consideran que los objetivos de reducción de Gases de Efecto Invernadero (GEI) enunciados en este plan, están muy por debajo de los necesarios para no elevar la temperatura global del planeta en más de 1,5 ºC . Si bien es cierto que  eleva el objetivo de reducción de emisiones del 18 % que se proponía la Ley de Cambio Climático andaluza. La Consejería hincha el pecho con un horizonte del 41 % de disminución solamente para los sectores llamados difusos, dejando a  las grandes industrias al margen, cuando el objetivo de reducción al que nos emplaza el Parlamento Europeo es del 60 % para esta década. Además, para rematar el artificio contable, el PAAC no establece la cuenta de referencia desde el año 1990, como fija el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, sino que lo retrotrae  desde 2005. Esto hace que no se pueda realizar una comparativa, entre los objetivos de reducción de emisiones del gobierno central, también demasiado tímidos (un 39 %), con los que plantea la Junta de Andalucía en este plan.

Por otro lado, La Ley 8/2018 de Medidas Frente al Cambio Climático en Andalucía recogía la necesidad de “fomentar las acciones de información, formación y corresponsabilización para la participación activa de la sociedad en la lucha contra el cambio climático, y promover e impulsar la participación ciudadana en el desarrollo de las políticas en esta materia”. Las organizaciones ecologistas consideran que hasta la fecha, los procesos participativos han sido bien escasos, reducidos a unos talleres encargados a una empresa privada, Climate Kic, en los que se simulaban diferentes escenarios climáticos. Además,  sigue sin constituirse el Consejo Andaluz del Clima, como máximo órgano de asesoramiento y control. Además del olvido completo de la obligación legal, de todos los municipios andaluces, para elaborar y aprobar su plan local de medidas frente al Cambio Climático, iniciativa que muy pocos ayuntamientos están iniciando.

El PAAC tiene una serie de ausencias de las que también nos alertan las organizaciones ecologistas. Por un lado, debería incluir la fijación de presupuestos de carbono, cantidad de CO2 que puede emitir una actividad en un periodo de tiempo determinado, como techo obligatorio para el cumplimiento de los objetivos de reducción, incluyendo a las grandes instalaciones de combustión.  Aunque su regulación es de competencia estatal, la Junta de Andalucía dispone de herramientas muy  poderosas para incorporarlas al compromiso climático, como es el caso de las Autorizaciones Ambientales Integradas de las grandes industrias. Asimismo, la Junta debería colaborar en los procesos de transición justa, en las que se sitúan las localidades y comarcas afectadas, por el cierre de centrales térmicas: Carboneras (Almería), Los Barrios (Cádiz) y Puente Nuevo (Córdoba).

Igualmente,  el PAAC debería incorporar la futura fiscalidad ecológica que traslade la huella de carbono a todos los productos y servicios, sirviendode identificación de su contribución al efecto invernadero y de estímulo para el comercio limpio y justo.

Ecologistas en Acción y Greenpeace consideran importante la incorporación y participación de las personas en todas las fases imprescindibles para la acción climática: Conocimiento (saber), Capacitación (comprender) y Compromiso (hacer).  Para ello, se propone incluir dentro del PAAC un instrumento como la Asamblea Ciudadana del Cambio Climático, la cual podría reforzar los mecanismos de participación contenidos en la Ley 8/2018 y garantizar la participación ciudadana real y efectiva en el proceso de toma de decisiones.

Autoría: Daniel López Marijuán, Ecologistas en Acción; Luis Berraquero Díaz, coordinador de Greenpeace en Andalucía.