Asistimos en la hora actual a la reorganización del mapa ferroviario andaluz, cuyo eje y maneras están dejando a las claras el progresivo desmantelamiento del ferrocarril público, social y rural en beneficio de las redes de alta velocidad. Equivocaríamos la cuestión, a mi entender, si nos posicionamos en contra de las ventajas que conllevan las actuales redes del AVE y AVANT en las comunicaciones con el exterior e intra-territoriales para miles de andaluces. Sin embargo, es necesario poner el foco en los perdedores de esta apuesta por el “ progreso “ : pueblos condenados al aislamiento ferroviario. No exageramos al afirmar que se trata de otra agresión silenciosa del poder central contra la cohesión de nuestra tierra, otra muestra de desprecio del poder económico y central contra la vida diaria de miles de andaluces de a pie.
El asunto se instala más allá de las mil personas que el mes de octubre reclamaban desde Algeciras un tren digno para el Campo de Gibraltar, una línea afectada por constantes averías que hacen de las conexiones ferroviarias una odisea para los viajeros. Y más allá de los llamados “ trenes rana”, desechados de Extremadura y genuina tortura en la conexiones con Madrid y Granada. Igualmente, más allá de los ciudadanos de El Arahal, Marchena, Osuna y Pedrera, de la sierra sur sevillana, que vienen exigiendo soluciones para recuperar la conexión por tren que perdieron hace casi un año, cuando una riada arrancó el puente en Aguadulce, obligándoles a bajarse en Osuna y tomar un autobús que les lleva hasta Pedrera, donde retoman el tren.
Nuestra mirada se centra en la reorganización del mapa ferroviario andaluz, claramente priorizador de la alta velocidad, más cara para los usuarios y con menos paradas intermedias. El perjuicio es inmediato y de claro sesgo antisocial: el aislamiento de pueblos enteros. Al dejarse de lado la red de ancho convencional en los planes del ministerio de Fomento, localidades medias y pequeñas quedarán al margen, viendo pasar ante sus narices las potentes máquinas de Alta Velocidad con idéntico pasmo que aquellos hombres y mujeres magistralmente retratados en Bienvenido Mister Marshall. Al tener paradas solo en grandes poblaciones, la tecnología AVANT condena a los pequeños núcleos rurales en focos de ciudadanos de segunda.
Se argumenta desde Madrid la mayor rapidez de los desplazamientos en el entramado Sevilla-Granada-Córdoba, así se explica que trenes de media distancia que circulaban por el ancho convencional entre Granada y Algeciras pasen a recorrer la línea entre Antequera y Algeciras por vía AVE. Prepárense cientos de andaluces y andaluzas a rascarse los bolsillos a la mayor gloria de la Alta velocidad. Además, la conexión Sevilla-Granada-Almería será, a partir de esa fecha, Granada-Almería. Si bien quedan suprimidos los transbordos en autocar de que hablamos en líneas anteriores, la consecuencia evidente y crucial para miles de andaluces es que Marchena, Pedrera, Antequera-santa Ana, Guadix, Huércal de Almería y Caitor quedan descolgadas de toda red de conexión ferroviaria.
Otra línea que se modifica, la que une Granada y Málaga, deja fuera de juego a las localidades de Puente Genil, Herrera y Córdoba. Poblaciones obligadas al transporte combinado mediante enlaces o alternativos al tren: daño al bolsillo y al tiempo.
Una notabilisima subida de precio está asegurada a medio plazo: hasta ahora, un viaje en tren de media distancia entre Sevilla y Granada cuesta un lunes por la mañana 31, 20 euros. a fines de octubre pasará a costar 58 euros: una subida del 86%. Todo un golpe a comunidades de la Andalucía interior, de consecuencias inherentes que conlleva: El servicio de trenes en estas comarcas, ha sido siempre esencial para la movilidad de las personas, sirviendo para dar cobertura a necesidades básicas como la sanidad y la enseñanza, etc. Su desmantelamiento provocará falta de oportunidades entre los jóvenes y un nuevo factor para el lamentable despoblamiento de nuestros pueblos. El daño recaerá sobre unas 200.000 personas, según cálculos de CC.OO y entidades locales.
Por el momento RENFE mantiene la titularidad pública en el cien por cien de las cuatro sociedades que la conforman bajo la denominación global de RENFE OPERADORA, si bien, y esto es digno de atención, la puerta ha quedado abierta a la participación de capital privado en alguna de ellas ( concretamente en la división de Mercancías, lo intentó sin éxito un grupo alemán años atrás).
Entretanto, las puertas giratorias siguen funcionando a» todo tren » (valga la oportunidad de esta expresión). El Gobierno de Pedro Sánchez ha recolocado el pasado septiembre en Renfe a un exdirigente socialista tras su paseo por juzgado y cárcel. Según informó El Confidencial este septiembre, Francisco José Pérez Fernández es recolocado en la Dirección General de Fabricación y Mantenimiento. El pobre hombre fue víctima de la opacidad de una tarjeta de Caja Madrid que le obligó a gastarse unos 120.746 euros en comidas, cenas, El Corte Inglés, La Casa del libro y Montblanc, entre otros establecimientos.