Los presupuestos de la Junta de Andalucía para 2018 incluyen, como marca la ley, un estudio del impacto de género. Del mismo se obtiene una clara conclusión: todavía hay mucho por avanzar dentro de la propia administración.
De hecho, en línea con la tendencia observada en años pasados, el proceso de feminización de la plantilla de la Administración General de la Junta de Andalucía sigue lejos de la representación equilibrada por sexo, según el citado informe, especialmente en los escalafones superiores.
En este sentido, el aumento de la presencia de mujeres no ha variado el equilibrio del personal funcionario y ha mantenido la sobrerrepresentación femenina entre el personal laboral, es decir, el que soporta peores condiciones. En concreto, la tasa de temporalidad para el conjunto de empleados públicos en 2017 se ha situado en el 15,8%, pero ellas pierden. Llega a un 18,7% en el caso de las mujeres y a un 11,1% en el de hombres, o sea, ocho puntos de diferencia. Y es que la distribución por sexo en esta categoría sigue siendo determinante con una elevada concentración de mujeres en los grupos profesionales con menor retribución.
Fuente: el diario.es