Hay ocasiones en que los silencios dicen más que las palabras. Y, a veces, mucho más que las palabras. La sentencia de la pieza política del caso de los EREs nos ha desvelado una de estas situaciones donde la omisión se impone a la atención. Es la ausencia de respuesta de los “agentes sociales”. Ni UGT, ni CC.OO. ni la CEA han tenido a bien realizar ningún tipo de comunicación al respecto.
Sus páginas web dan buena cuenta de ello: http://www.ugt-andalucia.com/ ; https://andalucia.ccoo.es/ ; https://www.cea.es/
Inténtenlo y naveguen. Pero de seguro que no encontrarán mención alguna a nada que tenga que ver con la noticia de mayor actualidad en el panorama sociolaboral andaluz. Instrucciones muy claras: la callada por respuesta. Pudiera parecer que no va con ellos o que no están al día de la actualidad. ¿Se habrán enterado de la sentencia? ¿O quizás conocían todo esto desde mucho tiempo atrás y ahora no les parece reseñable?
Es indudable que el caso ERE resulta ser lo más relevante en el ámbito de la investigación judicial relacionada con la política laboral andaluza, al menos en la última década. El caso de corrupción más importante en la historia del Estado español. Pero no parece serlo ni para la CEA ni para CC.OO. ni UGT. No le han dedicado ninguna atención oficial. Sus webs dan buena cuenta de ello. Coinciden ya hasta en los criterios de la política institucional comunicativa.
Presidentes, Consejeros, Viceconsejeros, Secretarios Generales y Directores Generales que representan una larga época en la más reciente historia contemporánea han sido condenados por prevaricar y malversar. Las únicas absoluciones se han referido al Interventor General y al Jefe de los Servicios Jurídicos. El resto, todo políticos del más alto nivel, han sido condenados a importantes penas, algunas incluso privativas de libertad. Pues bien, carece de importancia para que las más grandes centrales patronales y sindicales se pronuncien. Como si no fuera con ellos.
Ni la gestión de más de 680 millones de euros en el ámbito de la política económica y laboral, ni los 14276 folios de pruebas documentales ni los 1700 folios de la sentencia han logrado acaparar la atención de los agentes sociales de la oficialidad. Ante las estridencias de la cocaína y la jovialidad de los prostíbulos, todos los protagonistas del neocorporativismo andaluz guardan un sepulcral sigilo al respecto. Llega a estremecer tanta afonía. ¿Estamos ante el mutismo del consenso?
Esta es la lógica de la concertación social. Ante el caso ERE, CC.OO., UGT y CEA apagan la voz y guardan silencio. Un silencio atronador.