Los perros y los gatos del Cerro del Águila, y la riña por el Centro de Noche de Alta Tolerancia (CNAT)

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A principios de noviembre del año pasado, saltaba a los medios de comunicación la noticia de que el Ayuntamiento de Sevilla había finalmente decidido trasladar el Centro de Noche de Alta Tolerancia (CNAT) para personas en situación de exclusión social y sin hogar desde su actual emplazamiento, en el Hogar Virgen de los Reyes (Distrito Macarena), al Polígono Industrial HYTASA, dentro de los límites del Cerro del Águila (Distrito Cerro-Amate). El anuncio del traslado por la Unión Temporal de Empresas (UTE), la empresa adjudicataria de los servicios de gestión del mencionado centro, generó una importante disputa entre los vecinos y vecinas del barrio, entre quienes cuestionaban la idoneidad del nuevo emplazamiento y quienes apoyaban la decisión desde la solidaridad y el compromiso social. Dos meses después de aquella noticia, el nuevo alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, ha desvelado que, ante la presión vecinal, la empresa adjudicataria en cuestión está buscando un nuevo emplazamiento para las instalaciones del centro.

El traslado del CNAT fuera del Distrito Macarena tiene como punto de partida la resolución adoptada el 22 de julio de 2021 en el pleno del Ayuntamiento de Sevilla en la que se acordaba, entre otras medidas, la descentralización de los servicios para las personas sin hogar, así como el refuerzo y la ampliación de los servicios sociales en los diferentes distritos de la capital hispalense. Dicho acuerdo venía precedido por el informe de una comisión no permanente que, considerando las carencias de los servicios del consistorio en materia de atención a las personas sin hogar, presentaba una serie de propuestas (desde medidas destinadas a la orientación y formación, hasta iniciativas de mejora en los recursos municipales) para afrontar la situación de emergencia social y tratar de erradicar la situación de vulnerabilidad de las personas sin hogar en Sevilla. Ningún partido político se opuso al acuerdo y la resolución fue adoptada por unanimidad.

A su vez, tanto la resolución del pleno municipal como el informe que la avaló tienen su origen, por un lado, en la congestión de los servicios de atención a las personas sin hogar en el Distrito Macarena, donde se encuentran, entre otros, el Centro de Acogida Municipal de Sevilla y el antedicho Hogar Virgen de los Reyes; y, por otro lado, en el constante reguero de quejas de las vecinas y vecinos del distrito que, ante los problemas de seguridad, higiene y convivencia, decidieron movilizarse y constituir la plataforma “Macarena Habitable” con la intención de revertir la situación de dejadez en la que, a su parecer, se encontraba el distrito. La presión ejercida por la decena de entidades vecinales que componen la plataforma, a través de las RR.SS. fundamentalmente, así como las denuncias vertidas a través de la prensa local, obligaron al Ayuntamiento de Sevilla a atajar la situación. La adjudicación de los servicios del CNAT y su traslado a las antiguas dependencias de la central térmica de HYTASA fue una de las primeras medidas acordadas por el consistorio tras la aprobación de la resolución de julio de 2021.

Dicha medida, sin embargo, fue tomada sin informar ni consultar previamente a los habitantes del Cerro del Águila o, en su defecto, a las asociaciones y entidades vecinales y de comerciantes del barrio. La primera en mostrar su rechazo fue la comunidad de propietarios del polígono HYTASA, la cual ponía en duda la conveniencia de trasladar el CNAT a un distrito suficientemente castigado como Cerro-Amate y, además, argumentaba que el traslado incumplía el pliego de condiciones del ayuntamiento para la gestión de los servicios del centro. Según el pliego, el nuevo centro no podía situarse a más de 4kms del Prado de San Sebastián, con la excepción de los distritos Triana, Macarena, Casco Antiguo, Polígono Sur, Polígono Norte y zonas de Polígonos Industriales. A las quejas de los empresarios de HYTASA, pronto se sumaron otras entidades del barrio y alrededores, puesto que la Plataforma Nosotros También Somos Sevilla, que aglutina a diversos colectivos del Polígono Sur, también emitió un comunicado en contra de la reubicación del centro.

Tras varias reuniones con los responsables del distrito, entre ellos, el presidente de la Juta Municipal del Distrito Cerro-Amate y Delegado del Área de Bienestar Social del consistorio, Juan Manuel Flores, la mayoría de entidades del Cerro del Águila mostraron su total rechazo al nuevo emplazamiento del centro, haciendo suyas las quejas de la comunidad de propietarios del polígono HYTASA. Por otro lado, un considerable número de vecinas y vecinos del barrio decidieron conformar la Plataforma vecinal Cerro del Águila contra la construcción del centro de noche. Bajo el eslogan de “El Cerro libre de albergues” y al grito de “No al albergue”, los integrantes de la plataforma se manifestaron frente al ayuntamiento, organizaron una concentración frente al centro cívico del barrio, llenaron  las calles de carteles y colgaduras, e impulsaron pitadas, caceroladas y recogidas de firmas contra el CNAT. Si bien su principal argumento era que el traslado del centro incrementaría la degradación del barrio, muchos de sus integrantes manifestaron posturas abiertamente aporofóbicas.

Por su parte, otras entidades como la Plataforma Cerro-Amate 41006 o la A. VV. Parque Estoril se mostraron favorables al traslado, aludiendo a la histórica solidaridad que caracteriza al Cerro, siempre y cuando el nuevo centro nocturno, que habrían de ocupar 40 personas previa evaluación por los SS. SS., cumpliera con todas las condiciones de habitabilidad y seguridad, y se garantizaran, además, todas las medidas de acompañamiento para acabar con situación de vulnerabilidad de las personas sin hogar.  El enfrentamiento entre ambas posturas se ha hecho palpable durante estos meses en las calles del Cerro, generado un ambiente de tensión y una ruptura de la convivencia que bien lejos quedaba de la sana competencia y las amistosas riñas vecinales entre los autodenominados “perros y gatos” durante los concursos de decoración de las calles del barrio con motivo de la celebración de la Velá, décadas atrás.

Ahora, una vez se ha sabido que el CNAT seguramente no sea trasladado al Cerro del Águila, sino a otro barrio, llega el momento de hacer balance de lo ocurrido y de pensar, por ejemplo, en la muy deficitaria gestión municipal ante la frágil situación de los grupos más pauperizados de Sevilla; en la falta y concentración de recursos para las personas sin hogar de la ciudad; en la privatización de los servicios sociales más básicos; en el beneficio de la política de la cercanía frente al alboroto mediático; en la explotación política de problemáticas tan delicadas; en atender las necesidades de los empobrecidos barrios de la periferia; en desplazar colectivos enteros fuera de los centros urbanos; en los discursos de odio, la aporofobia y la estigmatización de las personas sin hogar; en la importancia de contar con una ciudadanía informada, dialogante y abierta al debate; en la solidaridad y el apoyo mutuo y, sobre todo, en la exclusión social y en nuestra respuesta (no sólo política) como sociedad ante este y otros tantos problemas comunes.

Autoría: Carlos García de las Bayonas Abelleira. Cerreño adoptivo. Historiador y especialista en patrimonio cultural.