Hay una serie de valores de las clases populares y jornaleras andaluzas de las que aprender. En nuestra labor cooperativa -trabajo en Autonomía Sur Cooperativa Andaluza- nos guiamos por la Unión, el Cumplir y el Reparto, valores recogidos en el magnífico libro «La estabilidad del latifundio» de Joan Martínez Alier.
Hoy pienso que la gente que -con más o menos buena fe, con mejores o peores intenciones- habla en representación de estas clases debería guiarse mucho más por estos valores. Lo que está pasando alrededor de las movilizaciones del 4D es un síntoma de la falta de asunción de estos valores tanto por los representantes como por los representados (no creo en la división comúnmente aceptada de líderes malos y seguidores buenos; demasiado simple y quedabién). Y es que parece que no queremos estar unidos, nos cuesta mucho trabajo cumplir y apenas valoramos el poder transformador del reparto. El capitalismo neoliberal nos ha impregnado hasta los tuétanos de valores como la competitividad o la acumulación.
La Andalucía del PSOE en la que vivimos va pareciéndose en muchas cuestiones a una gañanía: un lugar de convivencia de personas explotadas, en situación de desposesión y precariedad. Por ello, hoy más que ayer y menos que mañana, necesitamos mirar atrás y coger «rebujía» mamando de nuestros propios valores. De lo contrario, seguiremos avanzando inexorablemente hacia el siglo XIX, hacia una Andalucía cortijera y caciquil donde las minorías y sus manijeros subordinan a las inmensas mayorías.