Primera. Debemos tener en cuenta que las elecciones de este domingo han sido elecciones parciales desde una visión integral de Euskal Herria, puesto que hemos votado en la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), y no en la Comunidad Foral Navarra ni en Iparrralde. El cambio político está sucediendo en los tres territorios administrativos, pero toma diferente forma en cada uno de ellos.
Segunda. El fin de la mayoría absoluta del bloque del Régimen del 78, es decir la coalición conservadora de PNV y PSE es el primer objetivo a conseguir, y todavía no se ha conseguido. A EH Bildu, con un resultado en crecimiento espectacular, le ha faltado escalar un peldaño más, y la división de Sumar/Podemos ha dado el resultado de un solo representante, que en coalición hubieran sido al menos tres. A las puertas del objetivo, PNV y PSE van a repetir gobierno, neoliberal y no soberanista, como repetición de lo que la sociedad vasca desde fuera de las instituciones ya ha dicho que no quiere. El carril central para el crecimiento de la izquierda soberanista seguirá abierto.
Tercera. Paciencia estratégica para seguir construyendo hegemonía soberanista. El cambio sociológico-político que está sucediendo en los territorios vascos es profundo y de largo recorrido, como se puede observar en Nafarroa y Araba (en sus capitales en particular). También en Ipar Euskal Herria, y especialmente en el espacio municipalista que está llegando cada vez a más territorios de tradición obrera. Este cambio se va proyectando cada vez más en el mapa electoral a diferentes niveles, pero el proceso es largo e inexorable. Los últimos resultados nos muestran un paso más en este avance, el mapa social ha cambiado, y la hegemonía social que se está construyendo está llegando al ámbito electoral.
Cuarta. La desarticulación del espacio de la izquierda confederal española no es una buena noticia para el cambio político. La composición de un bloque de cambio político requiere de este espacio para llegar a capas sociales que necesitan un referente político no soberanista, pero alejado de políticas continuistas y de fijación de la hegemonía política conservadora de los últimos treinta años. La división de Podemos y Sumar, su fijación en confrontar con el soberanismo de izquierda, y una estrategia cada vez más centrada en la visión centralista madrileña de la política vasca, no ayudan a construir un espacio que pueda construir un marco de mínimos para hacer posibles gobiernos transformadores en Euskal Herria. Toca repensar, y articular el espacio.
Quinta. Es destacable la excepcionalidad a nivel europeo del casi nulo espacio político disponible para la extrema derecha en Euskal Herria, y el muro de contención que supone la izquierda soberanista en un contexto de tendencias autoritarias generalizadas, y soberanías excluyentes donde la extrema derecha y el neo-fascismo ha tomado posiciones. Esto puede dar pistas y convertirse en referente para los espacios soberanistas y de izquierdas de otros territorios. Habrá que dejar de lado las visiones manipuladas y centralistas sobre el soberanismo de izquierdas vasco, y pensar en cómo tejer redes de internacionalismo más fuertes.
Sexta. La urgencia del cambio político es cada vez más apremiante, y no por una alternancia de partidos, sino porque los retos del tiempo histórico, como son la necesaria implementación de políticas públicas para hacer efectiva una transición socioecológica ineludible, o frenar el deterioro de los servicios públicos que hacen sostenible la vida, no pueden esperar más. Lo que no pueda realizarse desde las instituciones superiores, deberá seguir haciéndose desde la calle, el municipalismo, el sindicalismo y las economías transformadoras.
Séptima. EH Bildu sigue demostrando ser una potencia municipalista. Este domingo, de 249 municipios en la CAV, ha ganado en 153 (en 95 el PNV y en 1 el PP). Una red municipalista que ya gobierna y mejora la vida de mucha gente, y como hemos visto, con capacidad de vertebrar un cambio político en Euskal Herria que ya es real y que necesita de más tiempo. El mapa político ha cambiado en la CAV, y más que lo hará en toda Euskal Herria.
Autoría: Beñat Irauegi Ibarra. Talaios Kooperatiba.
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