Transición
“José Sánchez recoge un manojo de aceitunas de la red extendida sobre la tierra en su finca en Caniles (Granada). ‘Este es el sacrificio, el trabajo y el dinero de mi vida, porque a esto hay que echarle sudor y dinero. Capital Energy me llamó para preguntarme si me interesaba alquilar mi tierra, les dije que no, y tres días más tarde me sacaron en el BOE en expropiación. Desde entonces estamos en un sinvivir’. (…) A sus 64 años, este agricultor necesita pastillas para dormir desde que el pasado marzo sus 10 hectáreas de terreno, agrestes, pero fértiles, quedaron atrapadas en una expropiación prevista por el Ministerio para la Transición Ecológica para instalar un megaparque con 446 hectáreas que generará 250 megavatios de energía solar.” Esto escribió Javier Martín-Arroyo en uno de sus magníficos artículos en El País sobre la avalancha de megaproyectos fotovoltaicos en el medio rural andaluz.
A José Sánchez le están obligando a hacer una traumática transición: ni ecológica, ni humana, ni social.
Soledad
“A Soledad de 66 años, le han rescindido el contrato de alquiler de la vivienda en la que vive desde hace 36 años. Los nuevos propietrios son una empresa que se dedica a arreglar pisos para luego revenderlos.” “Andalucía directo” en Twitter.
Soledad, en esta situación, no es solo el nombre de la víctima.
Santos en soledad
“Santos vuelve a su casa tras pasar el día cuidando a su madre. Es agosto y el calor sevillano aprieta aunque ya sea de noche. Al llegar a su domicilio, en la calle Ortega y Gasset del barrio de Su Eminencia (distrito Cerro Amate), se da cuenta de que hoy será otra de las noches que pase llamando al teléfono de Endesa, en la terraza de su casa iluminada solamente por las estrellas y cenando un bocadillo. ‘Buenas noches, quería que me atendiese un teleoperador para comunicar una incidencia’. (…) Tras comunicar la situación, el teleoperador responde: ‘Hay más personas afectadas. Es la primera incidencia que notificamos en la zona’. Santos, con incredulidad, replica: ‘Llamo diariamente dos veces, si el mes tiene 30 días yo llamo 60 veces, y como yo muchas vecinas del barrio, es imposible que no tengan notificaciones’. Su vecina Teresa, afectada también por los cortes, comenta con tedio: ‘Yo hace tiempo que dejé de llamar, total no hacen nada’.” Aurora Báez Boza en El Salto.
La situación de Santos es la otra cara de la de José Sánchez. Maltratan y saquean en la fase de producción, bajo el velo de la transición ecológica, y también lo hacen en la del consumo, bajo el velo de… Da igual el velo en este caso. Llegados a este punto, ¿a quién le importa gente como Santos, como Soledad?
Eternidad
Eternidad es una marcha de procesión para cornetas y tambores. Y fuente de inspiración para el nuevo flamenco electrónico. ¿Electrónico? O lo que sea.
Eternidad es una palabra que surge al pensar en la pobreza en Andalucía. “La pobreza aumenta en Andalucía: el 38,7% de la población está en riesgo de exclusión.” Titular y cifras no actuales, sino eternas. Lo eterno no es noticiable. Es eterno.
Noelia y la eternidad
“Actualmente trabajo cuidando a dos niñas pequeñas, que no es lo que yo estudié, obviamente, pero no encuentro trabajo de lo que estudié. Y también paseo y me quedo perros en casa los fines de semana. Vivimos, digamos, al día. Acabas el mes, si no tienes ningún extra, puedes llegar bien y si no, pues te cuesta. Ahora todo el mundo entiende lo de la cultura del pobre. Hemos aceptado todos que somos pobres… Claro, es que no hay trabajo… Pero, eso se tendrá que solucionar, ¿no? No podemos ser pobres eternamente”, explica Noelia, una madre sevillana que vive con menos de 900 euros al mes y con dos hijos a cargo. Ella representa uno de los perfiles de hogares andaluces con mayor riesgo de pobreza: madre sola con dos hijos a cargo, con estudios, trabajo precario y que vive en grandes ciudades.” Tomada de Save the Children.
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En los próximos meses la opinión publicada, los debates de Twitter y el resto de filtros y velos de la realidad, nos hablarán de elecciones, vacaciones, fichajes, olas de calor…
Las miles de Soledad, José, Santos o Noelia serán realidades invisibilizadas, silenciadas o, peor aún, culpabilizadas. Y así, eternas.
La economía es esto. Se habla muy poco de economía, de las personas que la hacen y la sufren.