¡A cuidarnos! Ampliando redes en Andalucía

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Somos ecodependientes e interdependientes, como se señala desde el ecofeminismo. ECODEPENDIENTES porque sin mundo no hay vida. Sin embargo, en Andalucía, y en contexto de emergencia climática, se incide en un sistema productivo que se demuestra insostenible al basarse en una agricultura intensiva en demanda continua de agua y en un sector turístico sustentado en nuestro trabajo precario, que pone nuestro patrimonio, natural y cultural, al servicio de quienes no tienen vinculación alguna al territorio (por no hablar del uso/abuso de recursos fósiles para el traslado de hordas de gente). A su vez, somos INTERDEPENDIENTES porque sin cuidados no hay vida. El confinamiento por el covid-19 nos hizo conscientes de nuestra vulnerabilidad, de nuestra dependencia de otrxs en cada ámbito de nuestras vidas. Percibimos la necesidad de cuidar y de ser cuidadas, todxs y cada unx de nosotrxs. Nos reconocimos vulnerables, dependientes de las demás para cubrir las necesidades más básicas: alimentación, higiene, salud (física, social, mental, espiritual). Pasamos, así, a valorar aquellas tareas imprescindibles para la continuidad de nuestras vidas pero despreciadas muchas de ellas a nivel social. Sin embargo, hoy por hoy, de vuelta a la tan ansiada normalidad (de la inconsciencia), conviene recordar que seguimos siendo absolutamente vulnerables, totalmente dependientes, y que “soy porque somos”, como plantea el Ubuntu africano. En definitiva, necesitamos de las bases materiales del planeta para generar y mantener vida; y necesitamos de redes de apoyo también para generar y mantener esas vidas.

Consciente de esto último, 11 asociaciones andaluzas de “mujeres que nos reconocemos en nuestras diversidades: madres, racializadas, migrantes, jóvenes, cuidadoras informales y empleadas de hogar”, junto a amigas que se han ido sumando por el camino, nos hemos aliado por la cuidadanía (que no ciudadanía) para reivindicar el acceso a derechos vinculados a los cuidados en Andalucía.

En este proceso, mientras tejíamos redes y ampliábamos el círculo de cuidados, construíamos el Programa Andaluz de Derecho en los Cuidados, que es la plasmación de lo que hemos ido hablando, sintiendo, colectivizando de nuestras experiencias en esta Andalucía diversa. Hemos sido conscientes de que no todas partimos de la misma situación, de que no todas tenemos las mismas oportunidades de cuidar, de cuidarnos y de ser cuidadas. Por eso, nuestras reivindicaciones salen de experiencias ligadas a nuestras realidades de madres, de negras, de trabajadoras, de jóvenes, de sin papeles… en Andalucía.

Somos diversas, y nuestra forma de entender y prestar cuidados también: porque nuestra realidad hace que algunas tengamos que cuidar a lxs nuestrxs por teléfono, en la distancia; porque cada una concebimos diferentes espacios y formas de cuidados (peluquerías, casas, iglesias, redes de barrio, tontines…); porque las maneras de organizarnos las distintas familias, así como los propios modelos de familia, son múltiples; porque sin una situación administrativa regularizada no hay cuidado posible…

Por todo ello, para reivindicar el derecho a los cuidados, reivindicamos el reconocimiento de nuestros derechos en distintos ámbitos: la salud, la educación, los derechos sociales y cuidados comunitarios, el empleo y la garantía de ingresos, el derecho a la ciudad y al uso de los espacios públicos, el derecho al transporte y la movilidad, a la participación social y política. Y todo, independientemente de la situación administrativa de cada una de nosotras.

No somos cándidas, sabemos que el sistema es depredador y nos arranca la vida de nuestros cuerpos para apropiarse de ambos, de nuestro cuerpo y de nuestra vida. Somos conscientes de que tenemos leyes que no se cumplen y derechos reconocidos sin concreción alguna, pero queremos visibilizarnos como grupo de mujeres que colectivizamos nuestros dolores, damos forma a nuestras reivindicaciones y construimos la realidad andaluza mientras ampliamos el círculo de cuidados. Y todo desde la alegría de sabernos juntas y diversas.

En este camino nos gustaría que te aliases a la cuidadanía a través del Programa Andaluz de Derecho en los Cuidados, visibilizando que sin cuidados no hay vida, que sin quienes cuidamos no hay mundo posible y que hay que cuidar a quienes cuidamos. Porque la vida no puede sostenerse sobre la precariedad laboral y vital de las mujeres.