Cooperactiva es una sociedad cooperativa radicada en Puerto Real (Cádiz). Nos dedicamos a gestionar un complejo municipal deportivo, de piscinas y gimnasio, a través de una concesión administrativa para 25 años. Somos un total de 13 socios y socias cooperativistas y 7 compañeras más contratados.
La mayoría de nosotros fuimos parte de la plantilla de trabajadores y trabajadoras de los anteriores concesionarios que se hicieron con la gestión del complejo allá por el año 2006. Desde entonces, los acontecimientos que han ocurrido en nuestro centro de trabajo podrían calificarse como se suele decir “de manual”. Una concesión administrativa tumbada en el juzgado por irregularidades, un apoyo incondicional a una empresa explotadora por parte de la administración, técnicos con favoritismos, una segunda empresa aún más cuestionable que se ha de enfrentar a una demanda de cientos de miles de euros en deuda, despidos nulos, huelgas saboteadas, etc. Básicamente la confirmación para nosotros de la imposibilidad de un modelo de gestión de servicios públicos que intenta inútilmente conciliar los intereses de las empresas en búsqueda de beneficios, de la administración con servicios públicos de calidad a coste cero y de los trabajador@s con condiciones laborales dignas.
Y la caducidad de este modelo es lo que estamos demostrando, a través de una nueva forma de organizarse y gestionar servicios públicos municipales y contando, con el apoyo y confianza de instituciones o actores económicos no convencionales como Autonomía Sur, la Asociación de Técnicos de Actividades Acuáticas del Aljarafe, que confiaron en nosotros y aportaron su solvencia, y Coop57. Estas tres entidades fueron nuestras herramientas, cada una desde su ámbito, que confiaron en nosotros, intercooperaron, nos juntamos, y entre todas hicimos posible lo que vendría después. No obstante, hoy nos gustaría centrarnos en la utilidad e importancia de contar con herramienta financiera para la economía social y solidaria como es Coop57.
Fue en una de las cientos de reuniones en las que participamos para reclamar auxilio de la administración, donde conocimos a los hoy compañeros y amigos de Coop57. Nos despertaron el interés por conformarnos en cooperativa y como nos gusta decir “coger el toro por los cuernos”.
Ni nos imaginábamos el camino que nos quedaba por recorrer. Se podrían contar por cientos las veces que tuvimos que sortear obstáculos que en su momento parecían infranqueables, y obviamente, uno de los más temidos, el que realmente aparecía como un punto de inflexión, era la financiación del proyecto. Financiación que habría de cubrir garantías para la administración, cuya normativa no está diseñada para pequeños emprendedores, y una inversión faraónica teniendo en cuenta el abandono, destrucción y robos que el complejo deportivo había sufrido por años de dejadez. Todo esto sumado al hecho de que, aunque partíamos con muchas ganas e ilusión, nosotros no éramos más que trabajadores y trabajadoras “empobrecidos”, que llevábamos años sufriendo condiciones laborales precarias y ya ni siquiera la prestación de desempleo teníamos muchos de nosotros.
Quien nos iba a decir en esos angustiosos momentos, donde las puertas se nos cerraban en la cara en cualquier banco tradicional en el que entrábamos y casi se oían las risas, que existía una entidad financiera llamada Coop57.
Los compañeros nos enseñaron que existía una alternativa que es real, ética y comprometida, y que nosotros, lo único que teníamos que hacer es confirmar que teníamos apoyo social al proyecto y que como cooperativa nos comprometíamos en equipo.
Desde entonces ya han pasado más de cinco años, el proyecto no solo sigue en pie sino que sale reforzado tras demostrar ser una garantía de supervivencia, frente a una pandemia mundial, la crisis económica, una inflación y costes energéticos disparados, o lo que venga. Todavía nos quedan veinte años que recorreremos seguro con Coop57.
Autoría: Diversos miembros de Cooperactiva.