Las camareras de piso retoman sus protestas

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Las camareras de piso, las que limpian los hoteles, retoman sus protestas para visibilizar la precariedad del sector y los abusos laborales.

Lo hacen a través de una concentración hoy viernes en varias provincias andaluzas con la que denuncian las jornadas laborales abusivas y los bajos salarios, que en ocasiones llegan a los dos euros por habitación.

Una situación que la presidenta de la Asociación de Camareras de Piso de Sevilla, CAPISE, Carolina Martín, califica de esclavitud en pleno siglo XXI. También recuerda la necesidad de trabajar bajo medicación por el sobreesfuerzo físico que realizan para limpiar un número elevado de habitaciones en pocas horas. Esta circunstancia lleva asociada la aparición de enfermedades que no les reconocen como profesionales. Por tanto, se quedan sin la protección que les corresponde ante una baja.

Las camareras de piso son mujeres (cuyo sueldo suele ser el pilar de la familia) que solían pertenecer al departamento con más plantilla de los hoteles, pero ahora la mayoría ha pasado a formar parte de empresas de multiservicios que se han convertido en la lacra de esta profesión.  Denuncian que son «invisibles» para la patronal hotelera, para los clientes, para los políticos, etc. y que ni siquiera las enfermedades musculares y óseas ligadas a las duras cargas de trabajo que soportan están incluidas en la lista de padecimientos profesionales.

Por otro lado, indican que con esas empresas se les considera limpiadora, no camarera de piso, por lo que pierden la categoría.

En este contexto, existe una campaña mundial para fomentar el trabajo digno de las camareras de piso. En este sentido ha sido relevante la aportación del libro Las que limpian los hoteles. Historias ocultas de precariedad laboral (Icaria Editorial) de Ernest Cañada. Una radiografía de la vida laboral de estas mujeres que denuncian los convenios estatales de empresas de multiservicios fraudulentos y elaborados sólo para realizar las operaciones de externalización.