Decisiones políticas, que no cuestiones técnicas

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A principios de este mes de julio, los trabajadores y trabajadoras de la Universidad de Sevilla se encontraron con el siguiente mensaje al abrir sus correos electrónicos:

“Hoy miércoles 10 de julio entra en producción el nuevo sistema de correo corporativo de la Universidad de Sevilla basado en la herramienta Microsoft Office 365. La interfaz web actual de la US buzonweb.us.es dejará de estar disponible para los usuarios@us.es a partir del viernes 6 de septiembre de 2.019.”

Y nada más. Ninguna información sobre las razones por las que todos los correos y datos personales dejaban de ser autogestionados por la propia universidad y pasaban a manos de la multinacional estadounidense Microsoft, un gigante tecnológico que, como denuncia la sección del SAT de la Universidad en un comunicado, “ha peleado para cerrar las puertas al software libre y es poco fiable en términos de seguridad y privacidad”. Que la Universidad de Sevilla tenga colgada en su página web (en Servicio de Informática y Telecomunicaciones) una declaración institucional en la que se afirma que se apuesta por el Software Libre, poco importa a este Equipo de Gobierno. En dicha declaración, entre otras cuestiones, se dice dar cobertura al Grupo de Software Libre de Fuente Abierta (SOLFA) de la Universidad de Sevilla. Sin embargo, este grupo no ha sido consultado ni informado del cambio.

Aún haciéndose ya en el mes de julio, con la mayor parte de la gente cansada y deseando tomarse unas merecidas vacaciones, todavía parte de la comunidad universitaria se ha visto con energía para pedir explicaciones y criticar una nueva decisión tomada de forma unilateral por este Equipo de Gobierno. Casualmente, la mayor parte de los mensajes enviados para debatir sobre esta cuestión y, justamente, exigir explicaciones, pasaron a la carpeta de “correos no deseados” (o spam), aunque nunca antes los correos de esta lista interna por la que estaban circulando estos mensajes habían ido a parar a esa carpeta. Obligados a dar explicaciones en Consejo de Gobierno, la Directora General de Digitalización de la Universidad explica las motivaciones de dicho cambio. En relación al software libre, afirma: “La comunidad de software libre en el mundo permite que el trabajo colaborativo corrija y mejore las herramientas, el trabajo simultáneo y altruista de muchas personas hacen que se puedan disfrutar sin pago de licencias para estas aplicaciones, esto suele conllevar que las funcionalidades nunca son comparables a las de los productos comerciales, que intentan dar valor al coste asociado a sus productos. (…) Nuestra principal razón ha sido proporcionar una herramienta con funcionalidades modernas y necesarias para muchos de nuestros usuarios”. ¿Cuáles son estas herramientas? El tamaño del buzón de correos o la idoneidad de su agenda electrónica, entre otras. Pero, ¿compensa esto la transferencia de los servicios relacionados con el correo electrónico a la multinacional Microsoft?

Según la Directora General “Las actuaciones en relación con este nuevo servicio se han puesto en marcha por la Universidad de Sevilla con el convencimiento y la seguridad absolutos de que la información corporativa, de la Universidad de Sevilla, seguirá estando segura y seguirá siendo privada y confidencial.” Sin embargo, tenemos noticias de cómo Microsoft Office 365 ha sido declarado ilegal en algún estado de Alemania por cuestiones relacionadas con la privacidad o de cómo, en Holanda, en 2018, investigadores del regulador oficial holandés publicaron un informe identificando una recopilación de datos personales a gran escala y encubierta en las suites ofimáticas de Microsoft, Office 2016 y Office 365 de Proplus. Debido a casos como estos, no solo en Holanda o Alemania, sino en prácticamente toda Europa, está creciendo la idea de aumentar la “soberanía digital”, ¿qué hacemos nosotrxs, entonces, remando en la dirección contraria?

Docentes e investigadores dedicados a estas cuestiones afirman que la única manera de asegurar que las leyes de protección de datos se apliquen, es garantizar que la localización de los servidores se encuentre físicamente en la UE. Al parecer, el tratamiento de los datos se hace acorde a la legislación que se aplique en el lugar físico en el que se encuentren los servidores de correo y el almacenamiento de los buzones. Por eso, afirman que es muy probable que veamos emerger en poco tiempo «nubes locales».

En la Universidad de Sevilla se hace justamente lo contrario, se renuncia a la soberanía digital que hoy se reivindica en buena parte de Europa, y se presenta como una mera cuestión técnica lo que es política (de externalización-privatización de servicios de la Universidad Pública).