El 28F fue ayer, es mañana y ha de ser, sobre todo, hoy

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Uno se despierta casi todas las mañanas con la notificación de que ‘Hoy es el Día de…’. Días para conmemorar, recordar o reivindicar; que atañen a comunidades locales o universales; que visibilizan luchas contra una enfermedad, fechas señaladas o colectivos concretos. Pero, ¿y luego? ¿Qué hay de esos Días especiales el resto del año, hasta que el calendario vuelve a enfocarlos 365 días después y solo durante 24 horas?

Estas líneas están dedicadas a quienes desde hace décadas se niegan a postergar el Día de Andalucía a ese bucle inoperante, evitando que se quede en stand by tras la exaltación de la jornada en cuestión. Es decir, a quienes hacen del tesón y el compromiso un motivo de lucha incesante en torno a esta fecha. De ahí que este artículo no fuera publicado el pasado domingo, sino hoy, como podía haberlo sido ayer, mañana o dentro de tres meses. Porque en nuestra tierra sigue habiendo mucho que reivindicar, y no podemos permitirnos el lujo de quedarnos con un día al año. Al contrario, ella (Andalucía) merece que hagamos del 28F un hoy permanente. Y aprovechando el doble dígito de nuestro día, 28 serán también las miradas que aquí se ensalcen antes de lanzar, alto y claro, una pregunta al aire:

1- Por esos trabajadores esclavizados en Huelva y Almería. Este y oeste de fuegos inhumanos que asolan asentamientos y que son silenciados. Dos luces hermosas, una atlántica y occidental, la otra mediterránea y oriental, donde los políticos, empresarios y periodistas más racistas experimentan en tiempos de crisis inoculando la xenofobia entre la población. Fresas o tomates recogidos con sangre, sudor y lágrimas por nuestros hermanos/as llegados -sobre todo- de África para luego adornar nuestra indiferentes mesas…

2- Por esa perla onubense intoxicada por el Polo Químico, y por ese Doñana sin igual cuyos planes para perforarlo avanzan a la chita callando…

3- Por esa Málaga de kellys que no se rinden y cuyas acciones recorren ya muchos otros colectivos de camareras de piso en cada vez más territorios españoles…

4- Por esa Bahía de Cádiz cuya incesante agonía se alarga por la falta de trabajo, pero que aun así resiste, digna e irreductible como pocas…

5- Por esa Linares olvidada, reflejo de la Jaén ocultada y de la Andalucía hecha chacha, hecha sirvienta por parte de quienes nos miran por encima del hombro desde los muchos nortes existentes…

6- Por esos olivares de Sevilla, Córdoba o Jaén desde los que se exportan aceitunas y aceite a medio mundo pero que, sin embargo, siguen enriqueciendo mucho a los pocos de arriba, y sacando de poco a los muchos de abajo…

7- Por esa costa y esa serranía de Granada cuyas playas, bosques y tierras cultivables están siendo arrasadas por lo bajini para construir hoteles, campos de golf y viviendas con las que especular…

8- Por ese grito de ‘Jornaleros levantaos’ que antes era acallado bajo palos y que hoy, aunque por otras vías, es igualmente reprimido y amenazado…

9- Por esa PAC que beneficia al 2% de manos privilegiadas que se reparte la mayoría de las tierras andaluzas y que condena a una ingente cantidad de agricultores a depender de ellas y apenas poder hacer valer sus necesidades…

10- Por esas aguas portadoras de pesticidas, gestionadas por empresas que a través de la agricultura intensiva o el uso desmesurado de productos químicos monopolizan su propiedad; aguas que ya no albergan la misma vida en nuestros ríos, ni la misma flora marina en nuestros mares, ni arriban de manera tan saludable a nuestras casas…

11- Por esa manera tan ligera, tan pequeña y tan lastrada en la que se ha explicado hasta ahora todo cuanto supone la realidad andalucista (para Andalucía, para España y para más allá), así como sus conexiones con las revoluciones democráticas y descentralizadoras de la Cádiz de 1868, o con las revueltas contra el absolutismo, o con las miras republicanas federalistas, o -ya en las últimas décadas- con el desarrollo de otras identidades, nacionalismos y autonomías de otros pueblos de España (¿será por eso que desde Madrid siempre conviene tener a Andalucía adormecida, conscientes allí de la repercusión allende la Bética que han tenido los distintos despertares andaluces a lo largo de la historia?)…

12- Por esos ambientes en las calles andaluzas durante 1977, 1980, 1981 o 1982 (y antes y después), ambientes concienzuda y progresivamente desoídos, así como también sus lemas, sus manifestaciones, sus cantos, sus símbolos, sus abrazos, sus emociones, sus giras musicales, sus letras, sus artistas, sus niños, sus mayores, sobre todo sus jóvenes (gentes optimistas y convencidas), su lucha: del pueblo y para el pueblo…

13- Por ese andalucismo feminista, ecologista, tolerante y acogedor que une en vez de desunir, que construye en lugar de destruir. Andalucismo profundamente antifascista, que no se calla ante la llegada a nuestras instituciones de quienes esconden la verdiblanca, vallisoletanizan nuestros acentos, pisotean nuestro Estatuto de Autonomía, nos atan al españolismo más centralista, homogéneo y arcaico, nos dicen qué tenemos que ser y delegan en los señoritos andaluces (no vaya a ser que nos hagamos fuertes de la mano de ese otro españolismo más heterogéneo, más amalgama, más rico por ser más diverso). Andalucismo que apuesta por hacer llegar los libros y la información a todos los rincones de la sociedad y de la manera más democrática posible, que es justamente por lo que las nuevas formas autoritarias hacen (y harán) todo lo posible por evitar que ocurra, sabedoras de que esa red de luz y conocimiento llevaría a un renacer de la soberanía popular, las artes libres, la economía social y anti-capitalista o el cooperativismo frente al corporativismo…

14- Por esas iniciativas de barrio, colectivas, comunitarias, abiertamente sociales tan ligadas a estos parajes y a la alegría de reivindicar la identidad propia, y por ello tan atacadas también por los sectores más ultraconservadores (de dentro y de fuera de Andalucía)…

15- Por esa Andalucía que no para de trabajar pero que, sin embargo, se ve ‘recompensada’ con varias de las localidades con más desempleo de España, con contratos precarios o con salarios estancados…

16- Por esa Andalucía que es coto privado para que los grandes acaparadores de capital (terratenientes, fondos buitre, fondos de inversión, grandes corporaciones, entidades privadas y privatizadoras…) sigan acumulando más, moviendo hilos e influencias contra la redistribución de las riquezas, apropiándose de lo público, de lo medioambiental, y constriñendo más y más a esa mano de obra de la que dependen…

17- Por esa Andalucía que, a pesar de ser respirar ecología y naturaleza por los cuatro costaos, ve cómo la hipocresía de las nuevas políticas económicas ‘verdes’ que están por llegar se destinarán a los de siempre (cuánto ha de divulgarse sobre el Green New Deal, las inversiones New Generation o la gestión de las energías renovables, entre otras)…

18- Por esa Andalucía en la que muchos jóvenes siguen teniendo que irse a otros destinos, unos con título universitario bajo el brazo, otros sin haber podido permitírselo; en la que muchos de los migrantes recién llegados son explotados y dados de lado; en la que los sistemas públicos de sanidad, educación o pensiones son cada vez menos universales y de menor calidad debido al glotón privatizador que todo lo devora; en la que la mujer sigue padeciendo más brechas de todo tipo; en la que la cultura sigue sin llegar a todos los estratos sociales, no pudiendo por ello ayudar a abrir ojos, mentes y corazones, perpetuándose así el discurso demagogo de quienes no quieren que una formación moderna y con recursos vaya a más, agrandándose como resultado las heridas de la desigualdad, la injusticia social o la falta de mismas oportunidades…

19- Por esa Andalucía que depende casi exclusivamente del campo y del turismo de verano, porque parece no interesar que despegue en otros sectores industriales, tecnológicos, científicos o productivos  desestacionalizados…

20- Por esa Andalucía en la que tan fácil sigue resultando provocar el enfrentamiento entre los de abajo, en lugar de ser los de abajo quienes logren la unión necesaria para crecer y hacer frente a todo tipo de opresión, a todo tipo de traba al desarrollo común…

21- Por esa inigualable Andalucía fenicia, tartesia, judía o, sobre todo, andalusí (la bereber, la árabe, la nazarí, la califal…), entre otros muchos legados de civilizaciones que componen el crisol que hoy somos. Crisol que algunos quieren reventar, borrándolo de páginas, esculturas o archivos con tal de ‘dejarla’ en romana, visigoda, católica, blanca y poco más… ¡Menudo destrozo de nuestra riqueza, de nuestra diversidad, de nuestro mestizaje cultural, si semejante barrido siguiera adelante!

22- Por esa incalculable y eterna herencia que las artes y pensamientos andaluces aportan al mundo entero, la cual es hoy recogida por toda clase de movimientos independientes, valientes, periféricos que engarzan con lo mejor de las escuelas anteriores (por ejemplo, la de los 60-70 en el caso del teatro) y que en la actualidad son también vanguardia, apostando por la contra-corriente, por las pequeñas grandes historias, por dar voz a los nadies, por los quejíos flamencos que ante nada ni nadie se postraron, y que van mucho más allá de lo comercial y de los centros neurálgicos de atención…

23- Por esa Andalucía que no quiere levantar muros ni alambradas, sino tender puentes y dar la mano, y que no cree en los patriotismos de fronteras recelosas y banderas atizadoras, sino en los pueblos solidarios que se ayudan en las duras y se alegran en las maduras…

24- Por esa Andalucía que, aunque muchos lo desconozcan, curra a diario por dar a conocer todos estos aspectos a través de múltiples vías (mesas redondas, asambleas, grupos de barrio, proyectos asociativos, propuestas político-sociales, Juntas comarcales, innumerables ejemplos en sectores poliédricos como el Corral de San Antón, www.portaldeandalucia.org, el Teatro del Bufón, www.andalucianoserinde.org, grupos de trueque e intercambio, y muchos más…).

25- Por ese Blas Infante, esa Pilar Távora, esa Pilar González, ese Manuel José García Caparrós, y tantos y tantas más por tan valiosos argumentos…

26- Por esas nuevas generaciones (¡nuestro mañana!) que se inspiran en Gata Cattana, en Califato ¾, en Antonio Manuel Rodríguez Ramos, en Teresa Rodríguez, en Manu Sánchez, en Pastora Filigrana, en Juan Carlos Aragón, en Benito Zambrano…

27- Por esa Andalucía que no quiere <<volver a ser lo que fuimos / lo que fuimos antiguamente / pobrecitos y vasallos / siervos de terratenientes / y de chulos a caballo…>>, sino que es y quiere ser sujeto político…

28- Por ese 28F. O mejor dicho, ¡por ese 4D!

En definitiva, por esa Andalucía libre, la de por los pueblos, la de por la humanidad… 28 miradas para un 28 de febrero. 28 de febrero que ya pasó, pero que sigue siendo hoy y que hemos de intentar que siga siendo mañana. 28 de febrero que lo es gracias a un 4 de diciembre. 28 de febrero o 4 de diciembre que, en cualquier caso, no dan solo para estas 28 miradas, sino para cientos de ellas más. Miradas por las que, finalmente, quiero preguntarte: ¡¿A QUÉ ESPERAS PARA LEVANTARTE DE UNA VEZ, ANDALUCÍA?!

Autoría: Juan Diego Vidal Gallardo. Periodista y escritor moronense. Mirada siempre atenta a la(s) cultura(s), las causas sociales, la diversidad, la igualdad o el colectivismo.