Cuando el chimpancé conduce el autobús

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Esta semana hemos asistido a un hecho muy relevante que pasará a la Historia de la educación en el Estado: por primera vez en los últimos 43 años el neofascismo se encargará de la gestión administrativa y política del sistema educativo en Murcia. Es decir, 300.000 alumnas y alumnos, y 25.000 docentes van a ser dirigidos por las órdenes de una tránsfuga de Vox que, aunque ya no milita por unas cuitas sobre la titularidad de unas cuentas corrientes, sus ideas siguen siendo las de su partido matriz.

Por ahora solo ha trascendido de ella que va a implantar el pin parental, no le gustan los centros bilingües, y su actividad negacionista con respecto al covid. Esto último ya nos va dando pistas de su preparación. Debe pensar que las imágenes de las UCI, los ataúdes y los entierros que hemos visto por los medios son escenarios de cartón piedra de una serie de televisión. Un personaje de esas características es quien va a defender la enseñanza murciana frente al adoctrinamiento.

Pero mi intención con estas letras no es tan solo manifestar una gran preocupación por este hecho, y por el ejemplo que se está dando para la conformación de otros gobiernos futuros dependientes de Vox para mantener el poder … ¿le dará el PP andaluz la Consejería de Educación a esa fuerza política si necesita su apoyo para gobernar? Escribo este texto para tratar de entender cómo la enseñanza se contempla desde las elites gubernamentales y de partido.

El primer argumento ya lo hemos adelantado: se pone al frente de la Consejería de Educación a una Licenciada en Historia del Arte, conocimientos que sin duda usó para nominar a su empresa de servicios hoteleros como Deitana Urbs, nombre del asentamiento ibero origen de la ciudad de Totana. Su currículum también está jalonado con múltiples actividades relacionadas con el ámbito de la educación: Técnico en Medicina nuclear, Directora de la Oficina del Consumidor del Ayuntamiento de Fuente del Álamo, y comercial de la empresa Red Helio, dedicada al asesoramiento en telecomunicaciones. ¿Se imaginan ir en un autobús conducido por un chimpancé? Pues eso se ha hecho con las escuelas murcianas. Sabemos que no es algo nuevo. Ya ha ocurrido en numerosas ocasiones. ¿Cuándo entenderán los partidos que para gestionar un sistema educativo es muy necesario designar a una persona vinculada al mismo? Creo que no es muy difícil de comprender.

Y con eso entramos en el segundo punto: como la educación se entiende como un cromo muy goloso, fundamentalmente económico y, en menor medida, también ideológico, es una pieza muy valiosa para intercambiar en una negociación. Por tanto, si le damos la educación a la Técnica en Medicina Nuclear conseguimos su voto. El interés por la mejora de la educación se queda en el trastero y el personal docente observa atónito cómo la gestión de su labor encomiable diaria queda en manos de una diputada que no quiso soltar la poltrona cuando debía.

La tercera cuestión. En esta semana también hemos conocido una interesante iniciativa del Ministerio de Educación mexicano. Se ha resuelto una convocatoria donde han participado más de 2000 docentes para elaborar libros de texto de forma totalmente voluntaria para usarlos en las escuelas de México. Eso sí es trabajar por la calidad de la educación: respetar e incentivar la autonomía pedagógica de centros y profesoras y profesores. Eso es considerar al docente como lo que es: un profesional con criterio, implicado, experto en el desarrollo de su tarea. Es justo lo contrario de lo que aquí viene sucediendo. En Murcia incluso ya han llegado al poder quienes quieren centralizar el sistema educativo para que solo sea un Jefe (así, en mayúscula y en masculino) quien tome todas las decisiones, y el docente se limite a cumplir las órdenes prescritas sin rechistar porque es un simple ejecutor de esas directrices. Son los que entienden la enseñanza como una profesión planificada desde “arriba”, y desde ahí parten los intereses doctrinarios, económicos y pedagógicos. Por tanto, una parcela de poder muy apetitosa.

Este momento supone la culminación de años entendiendo la educación como una presa difícil de soltar desde el poder político. Y vista así, la enseñanza se convierte en valiosa moneda de cambio de la que solo interesa la red clientelar tejida alrededor para colocar amigotes en Direcciones Generales. Da igual si sabes algo o no de educación. Solo interesa encontrar al chimpancé.